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-316-

''con Ios papeles qnc estoy viendo todos los

uias,

de·

los que se han cojido

m~ijinales

en sus coleJios, veo lo·

eortísünos que

oH

habeis quedado.)) Tan1poco los

pa-–

dres habian de ser descuidados en quemar papeles;

y

el señor Azara, que se hallaba

e~ntonces

en Rornn:, es–

cribía el 25 de Agosto de 1773.-''al famoso padre–

Stefanuci, veJ?dadero autor clel1ihro-de

simoniaca elec–

tione

Clen~entis

...:fiV,

se le condujo

á

Castel Angelo.

Se le ha encontrado un almacen horrible de papeles,

sin los que quemó en una calíltina, que por poco-n()

pegó fuego al co]ejio jern1ánico.» Taanbien hernos he–

cho rneuci0n, sobre el respetable testin1onio del padre,

Theiner, de la pérdida de varias piezas, aun de losar–

chivos secretos del Vaticano, donde faltaba el volú–

men de las cartas del año 4.

0

del pontificado-de Ole–

mente XIV.

124. Para que nuestros lectores se confirmen en el

concepto de parcialiclacl del señor Cantú,

ó

sea su

tort–

desr:endencia

en este punto, como lo hemos notado en_

otros lugares antes de ahora, bueno será copiar algu–

nos pasajes suyos. IIablando de los jesuitas, dice asi–

"en vez de obstinarse en hacer retroceder la civiliza–

cion,

proclamar la pobTeza,

en c01nbatir las doctrinas,

segundó el movimiento, dedicándose á

Ja

instruccion

de la juventud, que estaba n1uy descuidada. Los je-–

suitas, en lugar de esconderse en los. desiertos, aspi–

raron á

dirijir las córtes y los reyes;

con acaden1ias,

teatros, partidas de campo, ejercicios

jimnás~icos

pre–

paraban á sus ahunnos para la

vida

socia~:

en ]as nli–

siones buscaron al mismo tiempo que el fi·uto de las

-almas

la utilidad de los cuerpos,

y

con el chocolate

mi-

tigaron

el rigor de los ayunos.

Trasformábanse

segun

]a n1archa del siglo: eran poetas festivos, escritores.

elegantes, clilijentes historiadores á usanza de escue–

la y

cortesanos espertos.

Cuando el

pontifi~e

desapro-

-baba ciertos actos de tolerancia en las misiones,

no vacilaban en obedecer, aun cuando debieran per–

derse las conquistas en dos siglos de n1artirios,

y

la

esperanza de convertir el mayor imperio del mundo."

125. Las palabras copiadas podian servir de elojio

en mucha parte á otra clase de gentes, que no las

consagradas con votos solmnnos al misticisrno. Ade–

.n1as, al intentar hacer el

señ~r

_9antú

~1n

eloj io de los