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flnyentes, enteran1ente adi<?tos
á
él, con sorpresa de ]os·
(;arden::tles, hasta los amigos ardientes de la compañia
y
con repugnancia del pontífice, que se resistió por
largo tiempo
á
firmarla? Estos eran. los pacientes
y
resignados.
.
.
.Aun
en tiempo de Clemente XIV escribía de
Ro–
ma
el Sr. Azara, un año antes de la estincion-"los
jesuitas n1andan l;loy en R.oma, poco menos que diez
años hace-No
he
visto promover
á
uno, chico
ni
grande, que no sea primo hern1ano del P. Ricci--El
jesuitismo reina aqui.» ¿Esta conducta era propia de
hombres pacientes y que nada hacian?
. Y
despues de la estincion ¿fueron dóciles
y
resigna–
dos
:y
vbedientes al breve pontificio; no se n1antuvie–
ron,
a
pesar, en la Silesia
y
en la Rusia Blanca?
¿N
o
pusieron
en
jVR-f!O
el
.recurso de las
sin~p(j¡tías
de vario&
:soberanos, irnplorando proteccion del hereje Inonar–
·ca Federico
II,
y
ganándose la voluntad de ]a cis–
máüc:a
E~mperatriz
Catalina,
II,
á
quien saludaroi1 de
~nte
mano como
á
lejjtima soberana de las provincias
:nsurpadas en Polonia? ¿Fueron resjgnados y obe–
dientes, los que forjaban <Iocumentos para atraer
a
:su. favor la opinion públi-ca, irnputando escritos fal–
:sos
á
Clem·ente XIV, al arzobispo
de
Paris
y
al de
Arles? ¿Fué sunüso
y
obediente el ex-Jesuita F'eller,
que .antes
y
d~spu:es
del breve de estincion, inundó
los
diarios de Alemania,
Bélgic~y
Holanda,
de
artícu-·
los ·envenenados contra el papa,
y
n1antuvo vasta cor–
respondencia
CDn
los j-esuitas de Francia
y
de Italia?
.¿Fueron sufridos
y
resignados los que s.e oebaron
en
'Ol
cadáver de Clemente
XIV
y
su vener.ada memo–
ria, despues de haberle desobe-decido .:en vida?
N
o, no:
tales gentesuo se resignaron, hicieron lo que
puclü;,–
r-on,
como 1o hacen ahora para introducirse
y
recu–
perar el puesto perdido .cerca -de los gobiernos ·
y
e
u
[.os
pueblos.
AR.TICULO XIV.
117.
''Dice el Pontífice al suprin1ir la
co1npañia~
~~ue
cam.ina sobre las .huellas de sus
predecesore.~~