Previous Page  311 / 388 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 311 / 388 Next Page
Page Background

285-

rfipatriado, ni ]os papas disgustadose, ni uno de

cllog

es ti nguidolos.

Y

en Yerdad, qne para obedecer un je–

suita el mandato de ir

á

nlisiones, no tenia qne

C011-

s!clerar8e como

báculo

y

cadáver:

J.

C. Tnismo estuvo

Jn u

y

distante de en1plear ta.les térn1inos

91

enviar

á

sns apóstoles. Retire pues el padre Ravignan su

c.on1-

paracion; no se ha menester.

·

§

_2.

o

91. "La

compañia no tiene, hablando propiamente,

doctrina q1;1e le sea peculiar: sigue las doctrinas rnas

con1un1uente autorizadas en la iglesia;

y

en cuanto

á

las opiniones libres deja en libertad á los entendi–

n1ientos. Cuanto1nas.reflexiono, n1as me admiro de ver

hasta que punto han podido servirse algunos de la

credulidad publica, buscando esas monstruosas qui–

meras que se han f01::jado acerca de las doctrinas de

la con1pañja. Los errores eran -de algunos,

y

las

pro–

posiciones estractadas

en que había novecientas falsifi–

caciones, no tienen por autores

á

jesuitas; eran co–

nlunes

á

rnuchos teólogos. ¡Pobre Escobar! has paga–

do pcr todos."

92.

RESPUESTA.

Adnlira la confianza del Reverendo,

corno si por prirnera vez hablára

á

hon1bres, que nada

supieran de jesuitas

y

de sus cosas

y

enseñanza. El

buen padre,

á

quien creen1o13 lleno de sinceridad

y

buena

fé,

no babia leido

á

los autores que han escrito

contra los jesuitas, póniendoles terribles argu1nentos.

Solo asi poderr1os encontrar sentido en estas pala–

bras-"cuanto 1nas reflexiono, n1as n1e adnüro de vee

hasta que punto han podido burb.rse algunos de la

credulidad pública: ¿donde han ido á buscar esas

monstruosas quilneras que se han fo1jaclo acerca de

"

las doctrinas de la con1pañia?."

Ya

ven nuestros lec–

tores, que no hemos tenido otro nl.odo de disculpar ·

al Padre Ravignan, sino diciendo que"no ha leido las

obras contrarias

á

los jesuitas, ya que en lae propias

de sus escritores n1oralistas no llegó

á

descubrir esas

1nonstruosas qnÍlneras. De,otra suerte, ú en otro hon1-

bre que no fnera es_te pa.clre, que mani:flsta un buen ca–

racter, el cargo seria terrible, pues

a~rede

queria su- .

poner, qne nada se había

e~crito

contra los jesuitas,