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AH;TICULO IX..
. 83. Uno de 1os, m.edios de· que s·e· sirve el' señ:or G~
tierrez de la Huerta, para hacer la defensa de los je'–
tmitas, es el de apocar á los que no siempre fueron de·
ellos, ó de negar los hechos, cuando no ptleda interpre–
tarlos en sentido favorable; ó. de· referirse á odiosas·
acriroinaciones,. que aun cuand vieran fu.ndarnen–
to, no 111e11gnarian el 1nérito de razones a.le.gadas.
eón tra.padres jesuitas· y sus p as; ó de negarlO'
todo y salir del mal paso.. Pollgáruos algunos ~jen1-·
plos. ·
~1elchor Cano, habló de la eompañia en su na-·
cimiento. Pues bien: " hor Cano, c.uyo 6di.0 á la.
compañia, segun se infiere, era insaciable, no.se contentó.
cou verlaap.robada vor la silla apostólica, sino que esto,
misn1o lo destempló hasta tal punto, que llegó á es-·
tampar la prop.osiciou temeraria de que-la silla apos-·
. tólica po.dia errar en la aprol1a.cion de los- institutos
l'elijioso,s ......Dios llarnó á su txibtmal al obispo ante~-
de llegar á consagrarse.''
Al co11traerse al Sr. Palafox, des¡;rm~es, tle· referir ]a,
crítica sobre }a autenticidad de la carta i:noceuciana,.
qne "creeen unos apoerifa, fabricada en l?u.erto B.ea1,
fuudaildose en la e&presa negativa del mis.n1e prelado;
. y despues de confesar que en el dia no cabe. duda,
pues el original se encue11tra en el ar<-'hivo pontifi–
cio," continúa asi-,, ¿que puede decir el fiscal sobre
la fidedignidad de un documento que deseon.oce su art
tor; que in1pugnan los procuradores en causa de bea–
tificacion; que aparece calificado con las notas de vein,...
te prelados que lo censuraron uniforn1en1ente de c.a–
lunlnioso, satírico, mentiroso &a. y que hijo, de~ padre
que lo enjendró, no quiso este confesar su fragilidad
ó su culpa, sino por el medio Íladirecto del arrepentí-
. miento que se le atribuye, para disculpar sus errores
en esta parte? En las direcciones pastorales., que con-:–
c1uyó pocos días antes de su n1uerte, exhorta á los
obispos á que "se valgan principalmente de los jesui-