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consejos,
y
que la instrt1Ccion
pr1n1ar]á
fuera
grrt.-.·
tnita. Esparcida éstába la' secundária en los s.emina_,
rios conciliares, en varios conventos de dominicos,
fi·anciscanos y agustinos
y
e:ú
las
universidades; don–
de se centralizaba la superior ele
teolojia, cánones,
jurisprudencia
y
medicina......
Se
trabajaba
un
regla–
mento·
gene'l?
al deestadios
con
r~fornias
adaptadas
~l.
lás
luces:
déb
sig.lo.Roto· habia
1a tn.a:rch!l
D. Pablo·
Olavide
y s:eñ
a1adon1uy buen
ru111bo· ...,.....
Por real de–
creto se ap:robó el
plan
de Olavid:e,
eom;G'
q,ue se· enca–
minaba
á
pone1~
1a
ir1strucci~m
pública aln·ivel dé la
itustracie>n de otros paises. Serviaü
de
obstá(tulo
el
Santo-
Of.1eío
y
las
univetsidades; la
de
Sa1:an1ailC1\.
redond~rnente
djJo, qué, "tJ.o se podia
a~rtar
del\
sia-·
ten1a 'del perjpato, y aplicaba al claustro
estas~
pala-·
bras~-no
tendrás Dios mo-derno,
rti
adota'iás
IJios aje-·
?lb."
· Y
eü ve-rdad;
¿.se
haori;an1
1:n1'id·o·
110s
Jesuita;g·
á
Ola-·
v~de"
contTa el santO' o:fici,o
y
las universidades?
Alj
contrario, b.ablaban con desprecio &e
las·
r-eformas
chr
Carlos,
asi.
como
nuestro
fiscal.
¿Argo
h.aUa,ron
enlos–
ilt·chi
vo~
de la <wmpañia lo·s reformadores
de··
lO's es-:–
tudios en España.?.
El
propio señor Huerta
no
hall&
n1as que el plan. de
Aq~1aviva.
Cuando "Felipe
IV
fundó veintitres eátetlras, y entre ellas de política
y
economía en
el
ªelejio impe:rial de Madrid, q_ue esta-·
ba
á
cargo
de
los jesuitas, cuidar0n é'St@s
p6·co
de las–
eátedras,
á
ecepcion de los estudios .menor-es-,.
no~
obs-·
tante que se les <&onsignaron para. su dotaeion diez.
rriil
ducados.~'
Posteriormente· "se retardó.
e1i
Quito,
por
algunos años la apertura de las aulas
del
colejio·
y
universidad, perla tenaz
y
fuerte oposicion dé los
jesuitas,
para·
que nada, rivalizase con.
su·
colejio.?~
Prueba todo esto, que los jesuitas
no
e-ran an1igos de·
la
ilustracion, en creyendo que ella habia de perjudi–
cttr
á
sus intereses. Por donde no seria temer-idad de–
cir de España, lo que el señoT Seabra de
~ilva
decia,
de
Portugal.
.
N
o dejen1os de notar,
que el
señor Huerta
pensaba~.,
n1udando el non1bre, como la üniversidacl de Salaman-·
Ga,
al creer que el restablecimiento de la compañia
y.
sus
escuelas bajo el mismo sistema, seria la aurora quer
<;lisipase las
tinieblas de
la.fals_a'
enseñanza.
El.Dios
de··