:,_ 271
la
compañia, sino de .deshacerse de ella,
y
segun la
es~
presion de Carlos III
de quitar la raiz del mal.
Si los es–
claustrados hubiesen permanecido pacíficos en España,
nadie los habria desterrado; pero no dando garantía de
quietud,
y
debiendo el rey, como lo decia en su prag–
mática, ''mantener en justicia subordinacion
y
tranqui–
lidad á sua pueblos, estrañaba de todos sus domi–
nios á los regulares de la compañia." Recuerdese
lo
acaecido en Francia: al principio fué disuelta la con1-.
pañia, prohibiendose
á
sus individuos llevar hábito,
vivir bajo la obediencia del general y en con1unidad,
aunque concediendose á cada uno pen8ion vitalicia;
y
despues se les mandó dejar la Francia dentro de
quince dias. Los papas mismos habian dado el ejem–
plo de proceder con maneras en cuanto á institutos
regulares..
79. Respecto del señor Floridablanca, piense
co~o
,guste de su compatriota el señor fiscal: el nombre de
Moñino es respetado en España, sino por la escuela
restacionaria. No será testimonio sospechoso en el par–
ticular ·el del padre Agustín Theiner, quien suponien–
do arrogancia en el embajador de España, y un ridi–
<culo sis.tema de intimidacion, es justo en
~onfesar,
·que des.pues de los prin1eros dias no tardó en apreciar
las cosas en su valor; en hablar del papa .con v.erda–
·dera admiracion.;
y
en :adqu.i
rir.se,el mismo la reputa–
·cion de hombre juicios<!>
y
moderado., calmando .al mis–
mo tiempo el calor de su córte."
Por lo que hace á '"supeditar la lihertad de Jos ,car–
denales,
.Y
á la corrupcion
y
soborno de los
ministro~
,pontificios," acusaciones tan graves, brote de nn par–
~tido
desesper.ado, necesitan p)f,uebas
~docum:entadas
en
~que
apoyarse, que no palabras sueltas, triste
y
.aven–
turado deshaqgo. Remitimos.á nuestros lectores á la
obra del _padre Theiner, much0 m:.ej•Gr
y
mas impar–
~cialmente
instruido que el señor Huerta, en ,}a histo–
.ria del conclave de Clemente XIV.
Las cartas de Ganganelli no -dieron motivo á
la
:;parcialísima y calumniosa senteneia, de que "era ne–
·cesario acceder¡
á
la abolicion sin reparar en la jus–
,ticia,
y
por redimir las vejaciones de los príncipes."
En
Cal~ta
9 de Octubre de
1768,
despues de acreditar
su estimacion
y
afecto á .los jesuitas, decia-"Es peli::