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267 .:-

.

los principios, tal vez porque no tiene á la .vista

co1no

ellos la gravedad del

peligro figurado

aunque no fuel'a

violento creer,

ó

que no hubo

nin!Juno,

ó

que hubo

exceso

en la

ponderacion-El

juzgar de delitos

ya

co–

metidos,

y

decretar c'ontra ellos las mayores penas

que conocen las leyes, como estrañamiento

y

confis–

cacion de bienes, solo toca á lajurisdiccion contencio–

sa para los individuos

ó

personas morales, que forman .

parte integrante delanacion.-Examinense la calidad

de los medios, en cierto modo violentos que se propu–

sieron en las consultas del consejo estraordinario,

y

la

circunstancia de haberse significado en ellas mas de

una vez,

quenodebia repararse en la licitud,

con tanto que

se asegurase el logro de la empresa. Sin impropiedad

puede da1·se á las insinuaciones del consejo el nombre

d.e

esquisitas é indebidas maneras,

de que wsa la ley pa–

ra designar los medios tortuosos

y

de artificio. No

pol'

esto

quisiera ofender

el respeto

y

buena memoria de

loa

dignos miembros de aquel cuerpo; pero tampoco deb(}

faltar al deber de mi ministerio, ocultando que uo es

fácil distinguir, si fué celo por la justicia

ú

ódio por

la compañia---Añádase el proyecto de supeditar la

libertad de los cardenales concurrentes al conclave,.

la cor.t·upcion

y

el soborno de los 1niuistroP pontificios?

la misiou de Moñino, y el haber recaído la eleccion en

un pontífice que, desde cardenal habia manifestado sua

opiniones en punto á la necesidad de acceder á la

abolicion de la compañia,

sin reparar · en

la

justicia,

y

por impedir las amenazas de los príncipes."- -"Mucho

haria en este negocio, si estuviera asegurada, la

leji~

timidad del papel con el titulo de

retractacion de Cle–

mente

XIV

suscrita de propia mano,

y

entregada al con-

fesor estraordi:nario

el

de

29

de Junio de

1774.

14.

RESPUESTA.

Por lo que hace al primer punto

algo hemos dicho en la primera parte. Estrañada la

eompañia de

J

esus de los dominios españoles, y estin–

guida en la iglsia católica, necesariamente habia de

dejar de contado un vacío de diferente nombre,

y

pre–

eiso era llenarlo.

¿N

o se podria, seria irreparable la

falta de los jesuitas? No solo ellos educaban la juven–

tud; no solo ellos predicaban y confesaban y hacian

viaje

á

las misiones: antes que ellos habia todo esto,

y

los cargos que

dejaron~

fueron desempeñados por·