248
FJe....pusiese
á
los
jesuitas· en poaesíon
de prediear
y
·con..:
fesar: que entonces el vicario general declaró incursos·
á
los conservadores en las censuras de derecho;·
y
es–
tos
en
represalia pusieron al obispo
y
su vicario :por
públicos exco1n u] gados.
Tale~
eran los hon1bres au–
tores
d~
tanta arbitráriedad
é
irre~ularidad
y
de tanto
escándalo, á quienes defendía
y
justificaba M. Creti–
neau-Joly, presentándolos sin1plemente en competen–
-cia de jurisdiccion con el prelado, que "se dejó arre–
batar de un impulso de cólera.»
45. Otra vez, y mas gravemente, se equivocaba M ..
Cretineau.-Jo1y, y de1nostraba su parcialidad al decir,
que la congregacion y el papa distribuyeron el vitu-
.perio y el elojio, y que
~n
la sentencia pontificia fue
reconocido el d'etecho del obispo, pero se le inculpó ·
en el hecho. Si pasan otra vez su vista nuestros lec–
to.res por lo espuesto en el citado artículo sobre los
respectivos docun1entos,
.
~dvertirán,
que fue completo
€1
triunfo del obispo contra los jesuitas, de lo que da–
ba testimonio la tenacidad inesplicable ele estos en in–
terpretar los decretos pontificios, y las reales cédulas
á
favor clel obispo; y que á n1as de lajustic¡a de la cau–
sa, el papa, los cardenales
y
los canonistas estimaban
la. persona y las cartas del señor Palafox, especialrnen–
te la tercera. Verán que M. Cretineau-Joly no era
orijinal en su argumento, sino que repetía el del pre–
pósito general Tirso Gonzalez, que ocurrió á un escri–
to
trabajado. para mezclar los breves apostólicos y las
declaraciones de la congregacion con
ilaciones
volunta–
riosas que torcían los hechos, hasta introducir la pieza
en el bulario; lo que sabido en Roma, se mandó qui–
tar por repetidos decretos. Y ¿de donde·tornaria nues–
tro escritor la noticia, de que el señor Palafox "suce–
sivamente reconocía ó negaba la ,carta al papa?>> por
.que no lo suponen1os inventor.
46. Respecto del disgusto 1nomentáneo de Felipe
IV con el señor Palafox, hicimos ver, que procedió de
otra causa qu.e su conducta y paciencia con los jesui–
tas: que tratando el rey de poner una contribucion
á
los eclesiásticos, y consultado al caso el obispo Pala–
fox por el arzobispo de Toledo, fue de parecer·, que
tal contribucion serja contraria
á
ia inmunidad, qne
él reputaba
po~~
de oríjen divino; que
á
consecuencia