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hacct~
resistencia,
defendiendo
su
patria,
su
rey,
ga~
esposas
é
hijos,
de
Ja
inrninente guerra con que
lo's
nrnenazaba Garcia Ros y los padres de la cornpañia;
y
que
posteriorrnente ton1aron cuerpo los disturbios,
y
}legó el caso de mnplear las ari'llas, quedando vence–
Jores los
~1el
Paraguay,
y
vencidos
y
prisioneros los
]>adres jesuitas Policarpo Rufo
y
Antonio Rivera, que
dieran las disposiciones de la batalla. Esto
y'
mas se
encuentra, con las incontestab1es razones espuestas por
la
aucnencia,
y
la refutaeion de los cargos hechos po1·
los padres de la con1pnñia
y
sus defensores contra
t.l .
Eeñor ..
A ..
nteqnera,
y
el suplicio de éste, y la rehabilita–
ci
o
u
de su n1e1noria con1o
recto, fiel y leal ministro
por–
Carlos
III.
ARTICULO IV.
49.
Pasa
~1.
Cretineau-Joly
á
pres-entar
á la
com–
l)ania bajo de
un
aspecto n1uy interesante y honroso,
p01déndola cara
á
cara con los enemigos del órden
social
y
relijioso, y escribe asi-"en medio de la pos–
tracion de la fuerza social, que los filósofos hicieron
aceptar como un progreso, fueron señalados los jesui–
tas con1o el Llmwo del odio universaL Rabiase por
fin hallado la ballesta para abrir la brecha contra los
padres
del
instituto;
y
los jansenistas
y
los parlamlelli–
tariof:l se coligaron con los enciclopedistas para Ini:nar–
·la
con1pañia, y los n1as; fogosos concibieron el
proJec:..
to de disolverla."
50.
RESPUESTA.
U
no
de los n1edios artificiosos
que
emplea una mala causa, es buscar relacion con otra
buena, intiinarse con ella, y ponerse
eri
contraste con
causas n1al vistas y aborrecidas: hay necesidad de ha–
cer diferencia para evitar la co:nfusion
y
descubrir la
verdad.
Si
estos
y
aquellos, con este
ó
aquel noinbre,.
miraban con ceño lo que realmente y sin espíritu
d:e
partido era bueno en los jesuitas, nosotros pensali®–
mos en esta parte como
M.
Cretinealll-Joly;· pero ni
los encicloredistas, ni los parlan1entarios, ni los
jau~
senistas reprobaban en los jesuitas la parte hunlani–
taria, social
y
cristiana, sino esos aspectos odiosos
·y
perjudiciales, que con pretesto de la
n1~yor
gloria de
D·ios y
la
salud de las aln1as, consultaban
los
inte;re-~
ses de lu
compañia.