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Ello
es que los padres jesuitas tenían un génio
·pmi,~
..
cnlar para hacer adquisiciones,
y
no con1o quiera, sino
del n1oclo mas cumplido que les fuera posible. En
las
poblaciones escojian el n1ejor local para levantar sus
templos
y
colejios: en el campo las n1ejores haciendas
eran de jesuitas;
y
el
signo
de la compañia lo era igual–
n1ente de las
mas
ricas
y
n1as vastas fincas en los lla–
nos
ó
en las quebradas.
55.
Añaclan1os
á
las pruebas anteriores la propia
confesion de
M..
Oretineau--Joly, quien despues
de
hacer elojios del padre Antonio La--Vallette, aprecia–
do
en
la Martinica, doude prestó servicios
á
·muchos–
horrlbres de bien, que
sin
él se habrian encontrado
eníbarazados, dice así: "en la segunda vez que fué en–
' 7iado, se propuso dat· mas án1plia estension
á
la agri–
cultura, con1pró negros,
multiplicó sus obligaciones,
y
e
u
poco tien1po se hizo
el rnas intelijente
y
el mas temerario
,de los colonos;
y
su prosperidad corrió parejas con
su
atrevin1iento. I-Iabia apelado al
crédito,
y pudo estin–
gnir una parte de la deuda,
y
hacer frente
á
los
prés–
talnos.
Al
llegar
á
la :Nlartinica, observó que la ad–
lninistracion temporal se había resentido de su ausen–
cia; reparó estas pérdidas,
y
realizó los grandes desig–
nios, que su imajinaciou habia concebido
muy de an–
tenutno.
Su crédito estaba tan bien establecido en
.Mars-ella
y
demas puntos n1arítin1os, que los negocian–
tes le anticiparon un rrlillon que necesitaba. La peste·
hizo estrago_; se acercaba el plazo del reen1bolso; con-
-trataba un segundo préstamo con condiciones gravo–
sas,
y.
de improviso se pone á
nurcader y banquero.
Y
a
no se limita
a
can1biar, sino que con1pra para reven–
der. La-Vallette lo habia previsto todo, rnénos la guer–
ra
y
la rapacidad británica
ha
desbaratado sus cálcu-
·los."
-56. En tal n1anera de espresarse no es dificil nota1·, ·
por entre las precauciones del discurso, la confesiou
-:
del
comercio.
L~--Vallette
apeló al crédito
y
pudo hacer
frente
á
los préstamos;
y
¡no ·negociaba! A su vuelta
reparó las pérdidas,
desarrolló su
instituto especulador
y
¡no
especulab_ar.
E~ ~irtud d~
su
crédito,
los negociantes