Previous Page  279 / 388 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 279 / 388 Next Page
Page Background

-

253-

el reino

que

les

]gualase: que

en el

oficio de n1isiones

l1abia aln1acenes para todo género de mercancías de

Castilla, ropa de la tierra

y

paños de

Quito~

y

en niu–

guna tienda se hallaban tantos ni tan buenos. Mucho

nws dijirnos en la prin1era parte.

Si esto no era co1uprar paTa vender; si no era co–

Juercio; si no era tráfico ¿que no1nbre podrá darse al

oficio de tener banco, alrnacenes,

y

tiendas para va–

rear efectos, públicas carnicerías donde vender,

y

el

negociar por 1nar

y

tierra hasta sufrir banca-rota?

Si los padres eran tan enlinentes en la intelijencia de

toda suerte de mercancías

y

tratos

y

con1pras

y

ven–

tas, que dificultosan1ente habría 1nercader que los

igualase;

y

ei á

todos llevaban en las plazas

y

rnerca–

dos ventaja y preminencia en el arte de negociar,

y

daban la ley sobre el précio de los efectos, ¿por que

negarles esa gloria 1nercantil?

53. Y si los padres jesuitas hacían la venta de loe;

géneros

y

productos ·con1o tutores de sus neófitos, de-l.

bieron guardar su valor para estos, por lo n1isn1o de

procede'!' corno tutores.

NlaB

¿lo guardaban? Si la pre–

gunta se hubiera hecho

á

los pnpilos, habrían callado;

11ada se les guardó. Los cueros

y

la yerba, ·

y

cuanto

mas se venclia, iban eu valores de numerario para el

prepósito general, iban cada seis años con procurado–

res al caso, fuera de las remesas estraordinarias,

y

de

lo que se enviaba

a

las córtes,

y

á

todas partes, donde

los jesuitas tuviesen una pretension, un pleito, un

choque

ó

falt.amiento de respeto

á

un obispo, para em–

plear ese fuerte

y

poderoso ajente, que hiciera dar la

justicia

á

los inj astos.

54.

Pero dejando

á

un lado la palabra

comercio,

y

estando

á

su objeto-la ganancia de bienes tempora–

les, ¿qué queria decir esa ansia dé acun1ular riquezas,

cuyo desapego predicaban

á

los de1nas los padres de la

compa?íia de Jesus?

¿Que ese empeño de adquirir

y

estender sus posesiones,

ó

vender unas para 1nejorar

otras; de co1nprar mas

y

mas ganados para vender sus

carnes en oficinas públicas,

y

pe1j udicar al comercio

de la gente lega? O ¿no habeis adquirido para voso–

tros, no eran vuestras tantas riquezas acun1uladas?

J)ecidlo, decidlo: ¿no eean de la cornpañia estas rique-

zas? ¿No estaban aun

á

disposicion del prepósito general;?