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tí.tuto .de
IJoyola
~\sus
disci pnlos, consiste
en
comtJTH'f'
para vender; pero no se estiende
á
la espedicion
<le
losjénet•os
ó
frnto-s. de las, propias: posesiones;
y
el
I~ey
de España concedió
á
los n1isioneros el derecho
de·
enajenar las· tim·ra.s cultivadas por los neófitos
y
]os·
productos ele su industria.
S.ern~jante
c01nercio se
hahia hecho sien1pre púb1icam,ente sin que nadie recla–
lnase;
y
los papas
y
los reyes ani111aron
á
]os jesuitas;·
semejante negocio, público
y
necesario·, nada
t~mia
de·
üícito. Estaban obligados los padres
{t
vel~r
por
la
fortuna. de
l.ospueblos que
habi.anredu:cid·o al cristia–
nisino; y su vijilancia debió frustrar ciertos caJculos
diriJidos
á
especular
con
la credulidad.
d.e los
catecÚ.-·
menos."
52.
RESPUESTA.
En
ninguna páj:ína de
sns
síete·
to;....
1110s es tan parcial
11~
exajerado M. Cretineau--Jo1y,.
con1o en este punto.. Mucho han visto para desmen-·
tirle nuestros lectores sobre los respectivos documen–
tosr Vieron que los padres
lJO
contenidos en
el
bien.
de las 1nisiones, tenían p:r·esente su provecho propio,.
ó
sea la gloria ele Dios: que en varias partes tuvie-–
ron banco,. daban plata
á
inte res,
y
en sus propias ca–
sas babia pública1nente carnicerias,
y
tiendas de un
tráfico vergonzoso·
é
indigno de personas .relijiosas:
que llenaron casi to-do el rnundo de su cornercio
é
hi–
e~ron
banca...
-rot~:.
que casi toda la opuleneia:
y
ri–
quezas, de la Arnérica española del Norte estaban en
voder de los jesuitas, señores de las mejores- hacien–
das, una de laE? cuales les redituaba anualn1ente cien
n1il
pesos,
y
de este jénero habia seis en la provincia
de lviéjico: que
á
la opulencia de las haciendas selle–
gaba el poder y caudal de la adn1inistracion,
y
la in–
dustria de la neg0ciacion, teniendo 1·astros
y
obrajes~
Vieron que en las misiones del ParaguaJy poseiáu tan–
ta abundancia de haciendas y riqueza.s, que cada pue–
blo de ella pudiera mantener otros seis pueblos
y
un
colejio de innumerables jesuitas: que los padres curas
tenian ocupados gran parte de los indios en el
ben~:fi
cio de la yerba; y corno les abundaba el jentío
y
no
les costaba nada su manutencion, juntaban porciones
considerables que vendia el procurador: que eran en1i–
nentes en toda
suei~te
de mercancías, tratos
y
con1pras
y
v~J)tas,
y
dificulto8arnente
hftbdn:
m_e~cader
en todQ.