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~
da
e·nlplear otra palabra,
ó
apurar el insulto hasta
lo
rntolerable. Dejemos
á
este
y
otros señores desaho–
.gar su cólera esteril; como uno de nuestros predica..
dores, que en años pasados dijo en defensa de la com–
pañia-grazne
Pascal.....
~¡Pascal
graznar!
.§.
2.
G
43. Respecto del Sr. Obispo Palafox se espresa
;asi-''Tnvo una competencia de jurjsdiccion,
y
los je–
·.s.uitas hicieron resistencia,
á
la cual Palafox no estaba
habituado,
y
cr~yó
vencer fulminando contra ellos un
interdicto general. La causa fue llevada
á
Roma,
y
un breve del Papa, reuniendo las dos sentencias de la
·congregacion de cardenales, distribuyó con imparcia–
lidad
y
firmeza el vituperio
y
el elojio. El Obispo ba–
bia obrado mal en ceder
á
un primer impulso de có–
lera,
y
aun peor en retirar los poderes eclesiásticos
á
unos relijiosos ya aprobados,J
á
quienes nada podia in·
·culparseles en
el
Bjercicio d.e su ministerio. En la
·~entencia
pontificia el derecho del Obispo fue reco–
.nocido; pero la ·congregaciqn le inculpó en el hecho,
pues los crímenes imputados
a
los padres quedaron
·~in
pruebas. Sucesivamente ha reconocido ó negado
;su carta al papa de 8 de Enero de 1649. Fue llamado
á
España y trasladado
á
la silla de Osma. Su celo in–
·quieto
y
su celo ardiente le suscitaron nuevos emba–
razos. No tenia ya jesuitas que combatir, y se oponía
.al gobierno de ].,e.lipe
IV
que tuvo que decirle-"mo·
»
derad la impetuosidad · de vuestro celo,
y
de no,
yo
»
pondré remedio.»
44.
RESPUESTA.
En ·el artículo
II
de la primera
par~
te hemos tratado largamente de esta n1ateria. Ahi han
visto nuestros lectores, que los sacerdotes de la com–
pañia 'Confesaban y predicaban sin licencia del obispo
ó
de su vicario general: que los jesuitas contestaron
que tenian para ello privilejios, y privilejio para no
1nostrar los privilejios, .sin obligacion de mostrar ese
privilejio: que el vicario general advirtió
á
los :fieles
que no se confesasen con sacerdotes jesuitas,
y
á
e::,tos
se les prohibió Inientras no tuviesen licencias ó
n1os~
trasen privilejio: que los jesuitas nombraron jueces con-
.s ervadores, -los cuales conminaron con censuras, que