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~

242-=

rejJtlgnahcia·

de

var~ias· aut~ridades

y

corporae16n~s~

si los propios de ella anin1ados del deseo de reforma

no acmnulaban riquezas por diferentes caminos: Eiii no .

comerciaba~,

escandalizando al pueblo y á los obis–

pos: si no mol estaban

á

estos, cuando les iban á

la

1nat:o en sus pretensiones atrevidas: si en las misio–

.nes no buscaban su propio interes,

y

se ponian en re–

.lacion con los Inandarines del celeste imperio contra

los legados al papa y el papa mismo en sus decretos:

ai apoderados de la juventud y de los pueblos del Pa–

raguay, formaban hombres para las naciones,

ó

seres

imbéciles,

ó

hechos á su rnejanza para sus colejios: si

el general Vitelleschi no encargaba al provincial del

Perú, que vendiese algunas de las fincas de la compa–

ñia, para que los seculares no les echasen

en

cara que

ténian muchas, pero que emplease el valor en mejo–

rar las que quedaban;

y

si la laxitud de sus doctrinas:

J?especto de intereses temporales, la direecion de in–

tencion, la 1nentira, la calumnia, el homicidio, eran

puras teorías de los libros,

ó

medidas positivas, casos

prácticos en daño de las familias, en deshonra de la

111oral, y en vergüenza de su& autores, aunque en l)ro–

vecho

é

incren1ento de la compañia..

.

Así

pues, cuando nuestros lectores oigan negar,

que

la

manita secreta

sea obra de algun padre jesuita, con–

testen, que los jesuitas han hecho

lo

que se halla en

ese libro: que si hay variedad, será en la n1anera

de

proceder

y

no en el fondo, en la forma de estos

y

aquellos artículos,

y

no en

la sustancia

que

los· com–

prende

á

todos

ó

su

mayor parte: que quizá la

nionitct

üo dice tanto, cuanto los jesuitas hicieron: que aun

en

el supuesto de no ser jesuita el autor, no seria te–

nleridad creerlo

y

decirlo; pues el tal hon1bre supo

adivinar lo que pasaba en la compañia,

y

se reputaría

por 1nilagro el saberlo sin estar en ella. Digamos}<)

otra vez: si el libro es finjido, será mas admirable

l~

iuvencion que la historia.

ARTICULO

fii.

§

1.

o

39. 11.. Cretineau-Joly hacia un

gran

elojiio

de

Pascal,

y

no obstante escribía

E~ntre

otras. co.sas

asi-