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~ ~

¡)one en primer lugar

á

los estudiantes 'a.probados, de

quienes dice, que "son verdaderos miembros de la com–

pañia."

Y

reputaba por tan verdaderos relijiosos

{L

los escolares, que califica lo contrario de gran teme–

ridad, y error de tanta gravedad, que era error en la

fé, como opuesto

á

una verdad dogn1atica-existimo

ut sine errore in fide negari non possit.

En otra parte di–

ce, que "aunque el votante tiene intencion de obli–

garse petpetuamente

á.

vivir y morir en la compañi2tt

bajo de su obediencia, ella no. hace n1as que aceptar

la

entrega y la obligacion sin ligarse

á

retenerle, sino

en cuanto fuese del agrado del prepósito general,

y

que esto se halla repetido en las coustituciones y en

lns bulas. "Véase pues, cuan equivocadamente'escribió

M.

Ot•etineau-Joly, que "los votos de los estudiantes

no encerraban pro1nesa alguna al general ni al insti–

tuto, ni los hacían nliembros de la con1pañia."

§.

2.o

31.

"Es verdad que segun las ideas de

I ..

ovo1a, na–

da tenia que ver el instituto con la política;" pero en

el

siglo 16 todos los asuntos, las negociací(n1es

di~

plotnáticas y las guerras tenían un principio reljjioso:

el objeto era destruir

ó

conservar el catc¡,licismo. Por

este n1,otivo se vieron los jesuitas en el, compromiso

de tener que intervenir en el n1ovin1ento de las ideas

po1íticas y Rociales; y en Francia y Alemania era maef

viva que en otras partes la re'sistencia, porque en ella

ebtaban 1nas organizados los dos partidos."

,

·

32.

RESPUESTA.

M. Cretineau-Joly levantaba un

teatro, donde suponía que fuesen actores indispensa–

bles los jesuitas, y por consiguiente sin libertad de

negarse

desempeñar el papel que se les encargára.

El historiador panejirista nos abre ean1po para hacer

algunas reflexiones filosóficas.

Bien puede hallarse esparcido un error sobre la

tiet·–

ra,

y

servir de fundamento

á

muchedu1nbre de insti–

tuciones, que se convierten en hechos públicos y so–

lemnes.; pero el ser hechos, no es llevar consigo su

justificacion, y queda siempre pendiente la cuestion

de derecho

y

de vordad, para moverla algun dia, si no

entre

los

conten1po~áueos, ~~- la

posteridad

y

ante la