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cepto de amor á Dios dice

~si,

aunque contradicien..,

do una parte de sus doctrinas anteriores...---"¿Obliga

al llegar al uso de la razon? Obliga......No obliga:

estoy por lo último-¿Obliga en cada dia de fiesta!

Obliga··· .. ·No obliga: esto es ' ]o cierto-¿Obliga al

adulto que recibe el bautis1no? .... ,...obliga.......No

obliga; opino con estos-¿Obliga cuando hay que

re–

cibir la eucaristía? Bannes dice que sí: con permiso

de Bannes digo, que semejante .obligacion no tiene

fundamento-¿Obliga cuando hay que acometer una

empresa grande, por ejmuplo el martirio? Obliga ..... .

No obliga; porque puede .prepararse con otros actos

virtuosos. Reconozco la utilidad del acto de amor Dios,

pero niego la obligacion----¿Obliga cuando se ha re–

cibido de Dios un gran beneficio? Obliga ........

N

o

obliga necesariamente: estoy por esto--..-¿Obliga en.

cada año? Obliga ......

N

o obliga, porque

esto seria

m,uy

duro,

con1o dice Castro Palao: estoy con 1ni Castro

Palao, y distingo dos obligaciones, una que nace

pe1·

se

y otra

per accidens.

N

uestros lectores notarán, entre otras cosas, cierto

desórden que puede calificarse de falso supuesto, á

saber, que sea preciso, para amar á una persona, de–

ch·le----yo te mno. Quien ora, quien padece resignado,

quien cumple los preceptos y

pra~tica

actos virtuosof,

todo esto n1irando á Dios, ama

á

Dios. Los hombres

necesitarán

á

veces, que se les muestre con los lábios

el corazon: Dios no lo ha n1enester. ¿Para qué pues

tantas preguntas y teolójicas cuestiones, y tanta Ini–

nuciosidad?

Y

nosotros no hemos hecho mas que re–

ferir las sentencias de nuestros autores y hacerles

car~

go por

su

manera de espresarse.

A propósito del acto de amor de Dios, decía así el

padre jesuita de las provinciales----''De esta manera

nuestros padres han librado

a

los hombres de

hu

obli–

gacion

penosa

de amar

á

Dios actualn1ente. Verás

cor;no esta dispensa que libra de kla obligacionfasti–

diosa

de amar

á

Dios, es un privilejio de la ley evan–

jélica sobre

]a

judaica, ley de rigor, donde era me–

nester un acto perfecto de contricion para ser justifi–

cado ......

O~

padre mio, dij.e yo, ¿que paciencia ·habrá

que sufi·a

ta~ltos

desvarios?

no

se pueden oir sin hor-

ror..

YP.~~tp~~ -~~to~·~~ qu~~~~~t~~ ~! gra~

manda..