.!..-
146' --
ye,
Ilevándose -n1í propiedad,
y
matarle,
cuando ad–
vertido, rehusa, ó no hay lugar para advertirle:
~.
C)
que no es contra caridad 1natar al ladron que se lleva
lo mio, cuando veo que no puedo recuperarlo en jui–
cio sino con grandes 1nolestias." El P. Escobar repu–
ta por
1nucho mas verdadera
la sentencia anterior, por–
que· aunque }a vida a·e} ho1nbre deba preferirse
á
los
bienes temp()>rales, esto se entiende·
e1t natu:va rei,
y
no .
cuando proviene de· la
malici~
del invasor."
185. Resta la dificultad de· sa.b-er, cuanta. hab-rá.
de
ser la- cantidad que haya de defenderse, con derecho
de,matar al robadoJ.'.
El
P. Lesiono reconoce derecho
en cosa peq;ueiia; pero ,· "si flilese ignominioso el no
quitarla, se pued-e poner empeñ:e>; y si fuese menester·
n1atar, segun Soto) porque entÓlllces no tanto- oo de.;;
:fiende
131
cosa con1o el honot"." El P .. Molia'l·at ha di–
cho-" si ntlgnno es acometido
inj.ul:Bt~n:te,
para ser
robado en· cosa que valga.
UB·
escttdo,
de oro
ó
ménos,
con resistencia del dueño
Ó•
de su custodio, no me
atreveria
a
condenar
á
culpa ni
á
pena al que p'or de–
fender el bie:rn. te:nllporal, matase al injusto agresor
cum
nwderamine in:culpatce tutelC!3,
digan lo que quieran otros
en contrario.''
El señor Pascal haciaJ. hablar·ai padre
jesnit~
de ea–
ta manera-"Búscame por·vid'a
tu.)~·a
entre todos los
padres antiguos
á
uno que diga, por cuanto es lícito.
matar
á
un ho1nbre. ¿Qué te dirán sino-no matarás
----non occides.
Nuestro grandre·
é-
illleomparable Ma–
lina deter1ninó la cantidad."
186. El P. Dicastillo preguntaba:
¿~erá
permitido>
á
un hijo 1natar
á
su padre que se· halJa proscrito?
Muchos lo a:firn1an; pero es mas probab-le que no. Sin
.embargo yo juzgo, que si el padre es dañ·oBo
á
la
l~epú
blica y
á
la con1uniuad,
y
no hubiese otl'o 1·emedio
pal~a
.apartar el daño, aprobaría entónce& la sentencia de
los.primeros. Porque así como el hijo :puede acusar
al padre del crín1en de herejía
ó
lesa majestad, aunque
-sepa que el pádre ha de perder la vida; del mism-o
n1odo, si el hijo advierte que no hay otro medio de
evitar el daño con1un, sino
'matando con su propia ?nano
al padre proscrito, me parece que puede hacerlo."
¿No se han horrorizado nuestros le.ctores?
·
El P. Escobar se hacia cargo de "si
los
hijos
ca–
tólicos estarán obligados
á dar alüncntos
á
sus pa
clres