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tliga
la verdad
á.
sus hermanos. La palabra no
fné da...
da
para diriji rse
á
Dios. Si hay moti vos justos 1)ara
ocultar la verdad, guardemos silencio, ó digamos fran–
can1e11te, que hay puntos que no son1os dueños de re–
velar. Cuando se proclama la 111áxitna de que
mentir es
ir contra la mente,
es para enseñarnos
y
recomendar–
nos la sinceridad y reprobar la simulacion,
y
para que
eontestemo8 conforn1e
á
lo que sabemos
y
no de otra
manera. Eso¡j hechos pertenecen al dominio de la his–
toria, y su ciencia tiene reglas fijas
é
independientes
de nuestro albedrío, y hasta de nuestro pensa1niento.
Aden1as, el hon1bre debe espresar con sus labios lo que
Riente el alma y pasa en en ella. Una palabra profe–
rida
á
sabiendas y con voluntad da cuerpo
á
lo que
estaba
adentro,
pero estaba; equivale
á
un documento
fehaciente que liga
á
los hombres y sus pron1esae.
Añauir otra palabra impertinente, es antes que enga–
ñar á los demas, engañarse y mentirse
á
sí mis-n1o.
Nadie tiene uerecho de descomponer el órdeu de la
naturaleza por 1nedio de adiciones inventadas,
11i
ele
sostituir un órden arbitrario
y
eng~ñoso:
circunstan–
cia que por sí sola desacreditaría la doctrina al tiempo
de refutarla-el
dolo no debe apTovechar al que lo cmnete.
182. Fíjese tan1bien la consideracion en la estra–
vagante doctrina de que puede aconsejarse, al que es–
ta resuelto
á
cometer un pecado grave,
á
que co1neta
otro menor. Que entre dos n1ales :fisiuos haya {le ele–
girse eltnenor, no hay necesidad de decirlo
y
sentar
doctriua; como no la hay para saber, que entre dos de..
beres, dos preceptos, ha de preferirse el que procede
de 1nayor autoridad
ó
es 1nas grave y urgente; pero
uo hay razon de ningun género que pueda convencer,
que de dos 1nales morales pueda lícitamente elegirse
el menor; y si hubiera de suponerse en algun caso la
necesidad de la eleccion, no seria por cierto en las de
.,_
que se trata, donde la necesidad está fundada sobre la
1:e$olucion de querer.
Tal
fu~damento
es ruinoso, pues
el ho1nbre
debe no querer
el mal bajo de ningun aspec–
to, sea n1ayor
ó
1nenor, teniendo eun1plido lugar la
regla do S. Agustin-"siendo malo uno y otro, no de–
be haber preferencia, deben evitarse los dos"
-si est
nt:rurnqur;,
nejariun~,
non debet' alterwn pro altero
peff!Je-
.
tra.re,sed utnonque vitare.
Dejan1os
á
nuestros lectores