154
=·
De escrítores que se espresaban de esta -1nanera;· ·de·
cuyos libros pudieran.tomarse doctrinas para prolon-·
gar el tie1npo; que tenian por
fastidioso
un acto de an1or·
perfecto;
y
eomo
yugo
del antiguo testan1ento; que es–
catinlaban los.actos de amor,
y
casi reducían el pre-·
cepto de amar
á
Dios al de no aborrecer
á
])ios, ¿de
tales hon1bres seria inju'ria decir-vosotros no creeis
necesario el amor de Dios? Cargo terrible contra su
prurito de cuestionar teolójican1ente,
y
de presentar
casos que pudieron omitir.
193. El P. Daniel hacia <;>tro cat·go de falsificacion
y
capciosidad
á
PascaL S.e trataba de un ho.mbre que
se fatigó en un canlÍno-emprendido con fin malo,
y
es–
presamente para quedar eximido del ayuno;
y
el
r·.
replica así-"otros dicen mejor, que el pecado consis–
te
eu haberse puesto en. la iinposibilidad
de ayunar;
pero una vez supuesta, esta esento de1
ayu.no. · Si.
para no ayunar, me hubiese hecho sangr
ar d.e losdos
brazos, y de los pies, ¿querría Pascal condenarme
á.
ayunar?" No
huy
que pensar mucho pa1·a disipar el
cargo de Daniel. La n1ateria sobre que recaiad,a eoh–
versacion de Pascal con el P. jesuita, era la del
ayuno~
y
para los casos de e5tar exinlido, le presentó un
pa–
saje de Filliucio al caso referido. Siendo pues el úni–
co objeto del señor Pascal n1anifestar, que los pa–
dres de la con1pañia eran fáciles en eximir del precep–
to del ayuno, presentó un testo de Filliucio, y no po–
día hacersele cargo, sino en cuanto desmintiese
ó
re–
bajase el que hiciera al padre jesuita. Pero Pascal
nada desrr1entia ni rebajaba, sino que no admitía dis–
pensa lejítin1a, en lo que la suponían ó concedían los
reverendos padres.
En justificacion decía el P. Daniel-"¿queria Pas–
.cal que aynnase al dia siguiente de una sangría de
brazos
y
p
ies hasta el deliquio?
N
o, contestamos
nosotros: el
señ.orPascal habría dicho al P. Daniel
que no ayu
nase; pero su
sangría
no era el caso de la
fatiga
de que hablaba el P. Filliucio. Pascal reproba–
.ba que se uej ase de ayunar cuando
se podia,
y
et1 su
coneepto podía ayunar el ho1nbre fatigado, opinion
que se hallaba apoyada por autores citados · por
Fi~
lliuéio, que no eximían del ayuno en caso de fraude–
nisifieret infraudem,
y
de cnya sentencia se
~ apartaba