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heredero y le dccian-'.'puedes desear la 1nuerte de
aquel
á
quien has de heredar, : y pedirla
eficazm~ute,
no por desafecto
á la: persona,. sino dirijienclo la inten–
cion al
en1olun1en~o
tmnpora1.)) Iba:ttl.
h~~ta
en busca
del1üjo J..e familia, y le hablaban asi-"si tu padro os–
t:i
proscrito,
y
·como tal puede oualquiera quitarle la
vida, tú ta1ubien puedes ......
con tu propia mano ......
Y bien ahora: ¿ha calun1niado Pascal? ¿I-Ia defen–
dido á sus hermanos el padre Daniel?
¿B~ablaron
los
jesuitas de acciones indiferentes?
No es creib,le que el padre Daniel dejase de conocer
las impropiedades y faltas de verdad que cometía
elJ.
su in1pugnacion de Pascal; pero vergonzoso como era
tal oficio, era tan1bien un holocausto exijido por la
compañia. Se escribia para los cofrades: los demas na–
da daban-enenügos antes con1o despues.
Por los pasajes de que nos hen1os hecho cargo, po–
drán los lectores for1nar juicio de los demas. Tal vez
se darán por ofendidos los 1nanes del gran Pascal en
suponer la necesidad de su justificacion. , Recuerden .
mas
bien nuestros lectores las palabras del benedicti,
no
Petit-Didier; y tengan presentes las de un moder–
no escritor-"toclos notaron que Pascal, por pudor, les
había escusado
á
los jesuitas su servil tolerancia en
suciedades, su bajeza en desentenderse de ellas,
y
las
ternuras equívocas de la ·galantería religiosa.)) Asi
pues,
á
rnas de injustos, han sido ingratos los jesuitas
con Pascal.
196. Un cargo n1uy singular hacia el padre Daniel
al autor de las
Cartas
p1~ovinciales,
lo que n1anifi.esta la
suma parcialidad con quo procedia despechado. Cen–
suraba el
p~dre
jesuita
á
Pascal el lengqaje,
ó
estilo
y
las reglas del diálogo,
y
llegaba
~1
estremo de decir;
"no, quisiera empeñanne en n1ostrar los defectos en
cada página, ni
~acer
de sus tnalas locucionea una lis–
ta larga.. ))· Este j u.icio del padre
jesuita
no so parece at
de Boileau, ni al de V.o1tnire, no favorable en otros
puntos
á
Pascal,
y
que hablando de las
Carias provincia–
les
decia
asi.~"es
et prin1er libro de génio que se vió
en prosa. Toda clase de elocu.encia se encuentra ahi,
y
p.o hay una sola palabra que despues ele cien años,
s~
haya resentido del can1bio, que altera frecuentemen–
!e las le.n_gnas viyas._
Deb~ _referir~e
a
e~t~ ()~_~a-la
épo-