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126-

decreto en confirmacioñ de lo dispuesto anter1orn1cn–

te contra los rüos ch}nos,

y

se hizo intimacion

ú

loa:.

generales

de

las órdenes que tenían religiosos en

lus

':misiones. Tarnburini, general de la compañia, cou–

tcstó qne ibn,

á

hacer todo lo posible, para que las ór–

denes del

papa

fuesen

~jecutadas

con puntualidad.

Y

no obstante, eu el propio n1es escrihia ese prepósito·

general al padre Gri1naldi, visitador de los jesuitas en

la

la China,

y

uno de los n1as furiosos per:::eguidores

del Legado Tournon,diciéndolo,

qnc

tomase nuero 1'r.dor;.

y

se reanimase en su

vrjez

para defender los ritos chinos;

documento certificado en Ho1na por un prelado que·

vió el original.))

Recuer'den nuestros lectores lo que se proviene en·

Ja

declaraeion

del

1

{nnero 2, cap.

l.

0

,

parte

2~

de 1as

(~onstitucion es,

que cuando "el general dé

á

los superio....

res partjcnlnr

es poderes

á1nplios, para qne los inferio–

l'es sean

nu~s

hurnild.es

y

sunüsos, puede hacer restric–

ciones al

n1ismo

t

.ien1po en cartas secretas.» ¿Se dirá,

que. aquí se habla de la :restricoion secreta ele faculta–

des, q ne oste 1siblen1e11te se concedieron án1plias? Sí;

y queda e. tahlecido ... -supuesto el principio de que-una

cosa puede deci rso

;~

escribir.;e para lo público

y

otr~l,

aunque sea contraria, en secreto.

1.~

110

obstante,

Yolvmnos

á

decir, ha1lánJose reuni–

dos en Roma el año siguiente 1

JS

procuradores de las

provjncia-- de la co1npañia, dispusieron que para cer–

rar la boca

á

los calun1niadores, p

resentase

el general

a,l papa una declarncion expresa, finna.da por él, sus

cuatro asistentes

y

Yeintitres procnrn.clores, en que no

rodia haber rnanJ.fr3tacion

l1laS

formal de SOD1eterse

á

los decretos pontificios sohre h,s ccre1nonias chinas,

sin ninguna

te1:jiarsac~·on,

coniradiccion, demora

&f.

El cardenal Legado pereció en los horrores de nna

pri sion, cn1a cual consagró ele obispo al padre jesuita

Visdelou, que estaba

1nuy

distante de pensar cotno sus.

herrnanos.» De propósito qnoreu1os prescindir de cier–

ta acusacion contra los jesuitas: hay crÍlneues que se

hacen increih1es por n1onstrnosos.

158.

"Por n1nerte del cardenal Tournon, fué

Le–

gado apostólico

11.

de 1v1ezabarha, patriarea de A.le–

jandria,

y

luego qne llegó

á

Can ton, los jesuitas indis-

p usieron contra

el

al

vireY.

El

J_,~E'g·ado

solicitó una

..

u