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~as,
espresarnente fabricadas al caso intentado. Quedó
tan desacreditado el libro del
P.
Tellier, que los pro–
pios jesuitas no pudieron impedir que fuese censura–
do en Ron1a
donec
corr~qatur,
sin que llegase el caso de
]a
correccion. Algunos que habían aprobado el libro
del
P.
1_"'ellier, se creyeron obligados
á
retractar su
aprobacion, como lo verificaron.»
156.
"Años despues el papa Clemente
XI
que era
n1uy
adicto
á
los jesuitas, envió
a
Monseñor Tournon,
á
quien despues hizo cardenal, con las facultades de.
Legado
á
lr1,tere
en
las Indias y en la China. Llegado
ú
su destino, tomó
cono~in1iento
de la causa,
y
quiso
baber de lns n1ismosjesuitas la manera con que gober–
naban sus rnisiones. A consecuencia dió un decreto,
condenando los ritos malabares observados por los nli–
t~ioneros
de la compañia; y de tal suerte se manejaron
estos, que se vió en la necesidad de decirles- padres,
yo temo haber ,r;ravado
nd
conciencia por complaceros;
asi .
co1no al snperior de los capuchinos le dijo abrazándo–
lB-padre mio; los que me han indispuesto contra vosotros )
con falsos informes, serán responsables ante Dios: yo os
haré
toda
la
justicia.que os es debida.
La Santa Sede
con~
firmó el decreto, calificándolo de justo
y
prudente.)>
''Pero los jesuitas escribieron contra el decreto,
y
dijeron que el Legado habia carecido de juriadiccion;
de lo que se indignó el pontífice, quien confirmó de
nuevo lo hecho por su
Lega~lo,
y fuln1inó excomunion
contra los refractarios.
I~os
jesuitas regresados de
Ito·
Jna sostuvieron, que el papa babia declarado, que los
misioneros podian continuar las cerernonias condena–
das por Tournon, cuando contribuyesen
á
la salud de
los pueblos
y
á
la n1ayor gloria de Dios;
y
uno de ellos,
el P. Bouchet, revestido de los hábitos sacerdotales,
y
tornando por testigo el cuerpo y sangre ele
J.
C. dijo,
que él habia obtenido una declaracion por
ordculo de
'l'iva voz,
segun lo cual, no obligaba el decreto del Le–
gado. Llegada la noticia á oidos de Clemente
XI,
lla–
mó mentirosos
á
los qne tal publicaban, y expidió un
hreve en que confirn1ando el decreto, declaraba, que
~e
le habia atri buido falsa1nente el
oráculo
~e
viva voz.n
§
3.
o
157.
"En Octubre del a.ijo 1710 expidió el papa
Ul'lt