-
122 __..
su
fucrz~
á
la
obserYacion
de
aque~ó
al
~cargo qu~
hacia
á
1o.::~
jesuitas. E n últirno
ca.so,una misnul ra--·
~on
n1i1itaria
contra el selior
Azar n,
co11tra
e} señor'
:b"'~nnes,
contra el gohieruo español
y
contra
los
je-–
"nitas.
El
señor }i,unes
tc1l1n un
n1otivo
laudable,
y
era el
do ]a
gratitud, para
honrar la n1en1orio, de
los
jesuitas,,
HUS
n1aestros qne le educaron. Los amó mas despue-s
(1e su
e3trnñaHÜen
to
y
extincion,
y
sus libros
y
su
hi storia l e pnrecierou desde ontónces rnas autenticos
J
sagrados. S in
en11Jargc,
cuando se
entregaba
á
sus
propias r eftey iones, ornnendaba
hasta,
cierto
punto
Jos conceptos gee omitiera en la refutaciou del scñot"
..
~zara
y
en
defensa
de los
jesuita&..
151.
.......
uostros
1
edores
han de
e::;p rrn
larso
de
lo
quet
varnos
á
r e±eri r, al
Yer
los estren1os de audacia
y
ha~ta
desvbedieuc ia de
padres j ebuitas,
aun respecto
· \le
la
8illa
apostólica. Tal ¡;egurid8.c1 tene1nos, que 1a
prévia
advertencia
no disrninuirá el
valor
de la r·e–
laeion.
'"El P . Fr. Luis
Sotelo, do
la
órden de
~an Fran~
<!i
-seo
y
q no
sufrió
n1artirio
en
el
J
apon, escribió en
su
pri~ion
uua carta al
papa,
en
la
cual se quej a 1a de
Ja perseeucion que los jesuitas hacian
á
los dm ws rni–
sioneros, para
r¡uedar eLlos solos.
El P. Fr. Diego Co–
llado,
de la
órden
de
santo J)on1ingo,
y
superior
de
las misiones en el
J
apon, en una carLa escrita al rey
de España, ]e decia
entre otras
cosas-".A
mi me
han
»
hecho pasar por
sedicioso, sohorn.,dor de
testi~os,
»
enernigo de la justicü.., cruel
y
escandaloso. Todo
su
»objeto
es
quedar solos
donde
ellos están."
152.
"1~1
señor 11ateo ele Castro fué enviado
a
la
Etiopía
Cul1l0
v icario
apostólico,
y
no pudo se r recibi–
do, porque los jesuitas tenian allí un patriarca de su
coxnpañia .
El
selíor Castro se clirijió
t\
lm; Indias; tnas
apenas llegó
a
Gort, cuando
los jeijuitas le
l'usieron