Previous Page  144 / 388 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 144 / 388 Next Page
Page Background

-

ll~ ~

dichos

padres~el

de la educacion, porgue

,en

.el de

los intereses propios, no puede haber ,defensas, guar–

dan profundo silencio.

145. Al llegar

á

este punto, .h:agan1os una. observa–

cien. Nos parece que los enconlios que de las misiones

del Paraguay y otras semejantes hicieron ciertos via- · .

jeros, pueden compararse con los que hacen no pocos

estranjeros temporaln1ente residentes en un pais. In-

teresados en el ran1o de industria

á

que se han con–

traído y en los go.ces materiales de la vida, no escu–

driñan, no piensan en el réjimen

y

econon1ia interior

de las instituciones. En teniendo seguridad en sus

personas

y

negocios, y en viendo ferro-carriles, buen

enlosado, y gaz que alun1bra la ciudad, de palabra y

por escrito dan testimonio de la bienandanza del pue–

blo en que n1oran. Otra clase de estranjeros, que se

reputan ciudadanos de todos los paises po1· el hecho

de ser

hon1bres~

110

se contentan con las e.steriorida-;

des, sino que adelantando el discurso, examinan el

mérito de las instituciones y ]a conducta de los en–

cargados de su cumpliento. Bueno es, dicen, que ha–

ya. cornodidades 1nateriales; mejor aun que haya se–

guridad eu las personas

y

bienes; pero no solo la vida,

y

la riqueza bastan para decir, que se ha obtenido la

felicidad: hay tan1bien honor, hay libertad, hay igual–

dad, hay progeoso de diferente non1bre

y

en 1nuchos

sentidos, porque

no solo

de pan vive el

hon~bre.

En un

gobierno despótico

y

absolutista no hay rnas que no–

tar, que la enetjia del autócrata en sus golpes de es–

tado

y

sus buenas ó n1alas

institucion.es

... . ..Nuestros

lectores hat·án la aplicacion.

146. Ibainos con1etienclo una falta,

y

era

1a

de no

considerar particularn1ente lo que ha dicho el distin–

guido an1ericano S. Dr. D. Gregorio Funes, en reco–

nocimiento y encon1io de las n1i siones del Paraguay,

refutando ciertas aserciones del señor

1).

Felix de Aza–

ra. Como los je$uitas habían dicho, que

~'en

la reduc–

cion de los indios su conducta

se linútó

á

la persua–

sion

y

á

la predicacion apostólica," el señor Azara.

contradecía

á

los padres, diciendo, que ''sus famosas