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130-

163. N

o lH-:tció el probabilisn1o en la con1pañia

J~

San Ignacio, sino que le dió pdncipio

el P.

Fr.

Bar.b–

tolOiné Medína, de la órden do Sa11to Dontingo. El P ...

Gabriel Vasquez fué ol primer jesuita qne lo defen–

dió; lo que hizo despues con n1as estension el P.

To-.

1nas Sanchez y

detnas

que siguieron.

Y

lo practicaron

en

tan crecido nún1ero

y

con tan

gran

interes, que

bien n1erecieron ocupar puesto distinguido,

y

aun el

prin1ero, en la historia del probabilisn1o. Prueba de–

ello, que cuando el P. Tirso Gonzales, de ]a compa-·

ñia, se propuso eseribir contra

el'

probabilismo,

y

de-·

dicó

su

libro

al P.

Oliva, ge11eral

de

la Órt1en,

los

ciu–

co rev

isores opin

aron en comtra de una "doctrina n1é–

nos

á

pro:p6si.to

para encarninar

]as

alrnas al cielo en

dulzu

ra y suavid

ad."

N

o

bastó qne el papa Inocen-·

eio

XI

s·e n1ostras-e p:ropicio,

ni

que dos teólogos,.

nombrados p0r

él,

hubiesen aproha:do

el

eserito en

ténninos 1nuy espresivos, porque el

P.

gBHeral se

J:w–

gaba

á

la in1presion de una obra enntra:tia

á

Ia opinion

heni.gna que

s<t

tenia por comun.

Y

ni.

aun clespues

de·

elej1~do

geJ"Ieral el P. Gonza1es

por

el patrocin..io del

Stn110'

Pontífice, pudo lograr su intento, tuvo que ce–

(1\er:

trun arraigada

se

hallab-a en el cuerpo ele ]a

com~·

pañia la: doctrina del probabilisn1o.

164. S

nete decirse

en

defensa de

la

c0mpañia

y

enl

reú11taei.on.

de· las

cartas provinciales

del gran Pascal,

qne·

'"'se

~üscnrria

sobre fu

ndamento

falso, atribuyen–

do

á

toda la con1pfi'ñia las

op1niou.es

estravagnntes

de>

l1luchos:- }r~snitas."

Hacién

dose cargo

de este argntnen–

to el señor·Pascal, en su carta

17

decia

asi--~·n1u.cha

diferenciru hay entre los· j@sl.Útas

y

sus ad'f·ersarios.

Vosotros haeeis

un cnerpo

tJaj'O·

tl.n

jefe,

y

vuestras re–

glas os prohiben

irnprin1.ir

cosa

alguna

sin

el

eon·sen–

nliento de vuestr

os superio

res, que

respond.~tt

de

los

errores do todos· los particulares, ein

qtte

l

:ra.ya

escusa

en decir, que no repararon en los errores,.

pues

tuvie–

ron obligacjon de reparar en el1os, seguu las constitn–

eiones

y

las cartas de vuestros generales .." Nos

pareee·

in1portante fundar este pensan1iento del señor

Pas–

cal, porque servirá ello de prelinlinar

á

la

n1atoria

de–

·este artículo,

y

porque sostener al autor de las cartas

1Jroviuei.a1es, es desacreditar las doctrinas laxas de los

padres

jcsLÜtas.

·