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, ensanche
es n1nyor, tienen para estos nna 1nfinidacr
JC..
casuistas relajados.
Cón
este·
m-odo
cóntodo
y
fie
xibh~,
alargan los brazos
á
todo· el ruundo;
y
ú
ningnno des–
echan.
Por
esta
via- eoHservan·
á
sns·
a1nigos, y
se ·de-
. :fienden de sus
etren1igos; pues.
si
los·
acusan· <fe relaja–
dos, sacan
á
luz sns directowes austeros;·con·lo cmll: loz;·
si1nples
que-clan
sa.tis-fechüs·
sjn\
otra
ptu.eba-.)) ·
167·: · Vean aY1oTá'
nu"estrCts
lectores~
los
testin1onio:3:
de escritores jesuitas·al caso de
probabilismo,
y
lo qne··
se ha
menester,
{ijuicio·<le-el.los; 1!ara
qne una.opiniort.
pueda llamarse
y
ser·prO<ba
ble~
En·
la obra están
lo~ ;
textos
~a
ti
nos con
las corresptn!lctientes citas-.
EL c&lebre padre Vasqt:rez, de·q_
aien
d'ecia })inna, que·
le valía pot todos los autm·es;
se expresaba as-í-. ''juzgo·.
verdadera
la
sentencia
de
1\fedina,
q.u.e·
n1ucho
antes.
-erfll con1:un, que
es
llcito
á
un varon doctO' obrar con ...
tra su
propia op1nion,
que
reputa
poT n1as probable,
y·
seguir la de otros, annqt1e sea n1enos segura
á
su jui–
cio
y
menos probable,
con
tal de que no
esté·
destituÍ -·
da de
razon
y
prohabiJidad.>'}-"Aprnebo
Ta
sentencia,
ue
aquellos, que
sin distincion sostienen, que
el
con c.
fesot puede,
contra
sn
propia
opinion, absolver
al
pe–
nitente
que
sigue opin1on probable n1énos
segura,.
re–
dnnde
ó-
no
daño
de tércero.))
llaciéndose crtrgo
el
padre
Suarez
de los que
con-·
tradicen la
última sentencia
de
Vasqnez,
pues
en
tal
caso obraría el confesor contra su propia conciencia,.
observa,
que
~'senHüante
razou
no
in1porta
uada;
por-–
que
puede
alguno
obear contra una
opinion
especula–
ti
va,
y
u o obrar practica
mente
contra la conciencia;
y
porque
el confesor no procede entónces por opinionv
sino qne absuelve
á
quien reputa
ciertan1ente por
bien
dispuesto.
·y
digo
que
el confesor
no
solo puede,
sino
qn e debe absolver al penitente.>) Ya
ven nuestros lec–
tores,
que
el
reverendo
padre
snpon1a
el n1érito
y
jus–
ticiu del
probabilisnw
en
la
conciencia del confesor.
El
Üu11oso
padre
Antonio
Escobar
no
dudaba decir?
"que respl andecía la divina Providencia en la variedad
de
caminos
ó
sentencias que seguir en n1aterias Inora–
les. ¿No es rnejor (1ne
ha.ya in.uc~1os
cmuiuos
p~'lt:a
it