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S2

t~sto

.de

J~acerle

co1nparecer ante la real uudíencia

d~

la Plata,

y

trabajando despues para que se le traslada:..

!e al obispado de Popayan, que no aceptó conociendo

el artificio."

101.

"Subsit~tia

el destierro del obispo,

y

se le tole'"'

raba res:dir en alguna parte de su obispado.

La

ciu–

dad de la Asuncion, en uso de una real cédula ante-·

rior al caso, nombró por gobernador interiuo al obis-·

·po Cárdenas,

y

aunque él se resistió fuertemente,

hubo de rendirse

á

los clan1ores del pueblo, que

te–

llia concepto de su probidad.

Y

luego el cabildo, jus-–

ticia

y

rejilniento pidió a1 nuevo gobernador, que sa–

case

fL

los relijiosos de la co1npañia de aquellos luga–

res, lo que por derecho era perrnitido,

á

n1as de con–

Yeniente, para ren1ediar las graneles cala1nidades que

EJ.C

padecían,

y

consultar ]a quietud espiritual

y

tenl-

1)

)ral,

á

que servían de total irupedimeuto esos padres,

pues habian tenido n1ano

para

expeler

a

tres de

SUS

·obispos. El obispo inforn1ó

a

la audiencia de Charcas

de los n1otivos de esta providencia."

102. Pero los jesui.tv.s supieron vestir Ias cosas de

n1odo, que los c1nbarazos crecieron;

y

se valieron de

Sebastian de L eon, eon el título de gobernador, aun–

que incapacitado de antenumo por la real audiencia

J>ara serlo.

Tnn1

bien varios de esos regulares se diri–

jieron al Perú, haciendo relaciones siniestras, infa..,

1uando

al obispo co1no traidor, que intentaba alzarse–

con la pro\Tinci.a asistido por los portugueses, fuera de

üecir que er::t hereje, hechicero &a.

é

hicieron dar

tí~

tnlo

á

Leon, por lo tnénos así Jo publicaron si n

1

os,–

trnr

c~c1u1a.

llicieron tambien que la audiencia de

Cha

rcas cítase

al señor Cárdenas, para dar razon de ha–

ber

adndti.do

el gobieruo interino,

y

desterrado á l

.s-·

jesuitas. Nada olvidaron estos para atraer

á

los go-–

bernantes: solo el obispo

y

los vecinos del Paraguay

carecían de defensor en todas partes."

03. Los padres, levantando un ejército de cuatro

mil indios de sus :u1isiones, gobernad('JS por cuatro re–

li

.iioso

s

q

ne

diseurrian

por los

eRC[. f

drones.

el P . Diaz

'l'

a.ño,

el P. I>orras, el P. 11anquiano,

y

el P. Arnote,

q

u

e

in

struía

á loEl

indios

en

lo Inilitar.

Trainn

4 tres

jJrel>enclados

para

apodet't\rSG

de la autoridad

ecJes.iás~