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..__
·~o
·coh
las
s'iguientes palabras del
P. TT1·so
en
su
men1o&
rl'al
á
Carlos II-"Fué bastante que la con1pañia pre–
.sen tase
esta carta
[la
última del señor Palafox escrita
al papa
J
á la congregacion de ritos, para detener el
su·
:fragio de la may
r
parte de los jueceR.)) Permítannos
los lectores que lo
rc~, ;tamos-Si
el
P .
Tirso, no pro·
balista,
J. ~sJigura
ba
aLi
los l.:_2;cl1os,
¿,qué
no harían los
probabilistas de la
co1npaíli~, li~stro s
en el manejo ·de
·dirijir
l::1
i:1
~c ncion?
Dentro de poco han de admirarse
:]
l
1
'.
ete
10
q
,le es cllgamos.
CerreD1os e
ste artículo diciendo , que l
a persecu–cion del señot
Pal:1l.oxes un hecho de suma
in1port.an...
cia, que bastari
ct por sísolo paT·a caracteriza
r la índole:y
propi0dc des de los padres jesuitas. Los hon1bres sen–
satos é impn.rci&les no pueden dejar de haberse espan–
tad"_¡ L1e
tnnta astucia, tanta andncia, tanto descaro, tan–
ta
tr:-hulencia
y
tanta pertinacia, no en hombres pro–
fano ;<
y
co l
sig~o,
sino en reljgiosos apostólicos,
en
los
de la compañia de
J
esus. Convengan1os en que no 1ne...
recen que se les defienda= flefsn·: erlos
á
ellos, es repe–
ler
á.
Jos
perseguidos, reprobar la pacienc1a
y
justicia
·de estos.
Y
a
ven lo
que
ha pasado con el señor
Pala–
fox: hay 1nas todavia.
ARTICULO
.Persecuci0::ll
del
sefiat·
C:h:dená.s y de
:otros
§
l.o
'98. Por el propio tien1po acaeció la persecucion del
·señor obispo Cárdenas en el P fl¡n.gua.y. "Aunque hu–
:t>o dificultades para su consagracion,
y
para
encf~~rrar
garse del gobien1o eclesi¿sf co, por haberse cstraviado.
laB bulas, fué al fin consagrado,
y
entró-
á
~jercer
ju–
risdiccion 1nuy
á
gusto de todos, distinguiéndose los
religiosos de la compañia que le asistieron, publican–
do en los púlpitos
y
presentando al obispo Cárdenas.
con1o a.postol de Dios, y.llan1ándole
0 :··isó~tomo,
y
com–
parándole
á
San Carlos,
y
encareciendo la ventura de
la ciudad
y
pro.vinci a.