que
á
la del je uita José
~1tt
,
quien aseguraba en un
manuscrito que ha lojado en el pais, quo solo se ha–
bían empleado doce indios para conducir la:s vaca!l."
Si alguno de nuestro
lectores dijese, que nada
habia de vituperable on esta conducta de lo j esuitas,
no permitirá recordarle el e taclo de la cue tion. El
señor Azara, léjos de reprobar
á
los padres j e uitas
e te manejo, lo juzgaba "digno de los 1nayoros elo–
gios por su 1nodoracion, habilidad
y
prudencia;" pe–
ro su objeto era desmentir y desacreditar la asercion
de e tos pad.res, quienes sostenían, que "para reducir
á e tos indios, su conducta estuvo limitada
á
la per–
suasion--y á la predicacion apostólica.'' En otra clase
de gente misionera, que sin aparato religioso ni pre–
tensiones sagrado-eclesiásticas, hubiese empleado se–
mejantes ó mas templados medios que los que acaban
de ;referirse, nada habría que censurar, sino mucho
que alabar
y
agradecer; pero 1nisioneros apostólicos,
predicadores del santo evangé1io, tenían señalados en
reglas y egemplos los únicos medios que era permiti–
do emplear para atraer
á
los gentiles. Y lo conocían
los mismos jesuitas, y se avergonzaban de que se les
atribuyese el manejo de otros 1nedios, y "los
ocultabau,
con cuidado, pues en calidad de eclesiásticos, querían
pasar por tales en todas sus acciones;" y léjos de ocurrir
á
las vías de persuasion, "las miraban como inútiles,
las menospreci!1ban, y apelaban
á
las tmnporales" que
acaban ele conocer nuestros lectores.
Nos parece que el señor Funes se estraviaba de
la cuestion, sin advertirlo, cuando pretendía refu–
tar la conjetura del señor Azm·a,
y
fundar la existen–
cia del n1ec1io contrario, diciendo que "salia fuera de
los término " el
lo verosímil, que para buscar ]os in–
dios el asilo de los j esuitas fuese de mas eficacia el te–
mor, que el convencimiento acmnpañado derbenefi–
cio.'' No, no, el señor Azara no movia una cuestion de
principios,
sobre "si el teDl\)r tendría 1nas eficacia pa–
ra atraer, que el con 'Tencimiento acon1pañado del be–
neficio," sino quo so refería,
á
dos
hechos
incuestiona–
ble para fundar su conjetura, así como al otro
hecho
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