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El mismo señor Funes, remitiéndose á escritbs de

los jesuitas, dice, "que el vice-comisario padre.Alon–

so Fernandez, sabiendo que Jos indios intentaban ·

echar mano de su persona, se escapó,

y

dirigió sus

cartas al P. Carlos Tux, cura de San Nicolas, con es–

presa órden de que las publicase desde el púlpito: que

los indios escucharon su lectura en el mas pTofundo

silencio,

y

las ilustraciones que añadia su párroco;

mas desde que mnpezó

á

tratar ele la odiosa trasmigra–

cion, no faltó una voz que clamase cerrase el libro,

y

se esplicase la doctrina cristiana: que prosiguió Tux

la lectura; pero prevaleció el clamor ele los n1alcon–

tentos,

y

la obligaron á guardar silencio;

y.

que arre–

batándole los indios las cartas de su seno, las arroja–

ron en una hoguera que levantaron en la plaza." De-

, jamos á la consideracion de nuestros lectores las re–

flexiones

á

que provoca esta relacion, respecto de

in-

, dios tan sumisos á sus curas jesuitflos; que de nuestra

parte nos contraemos únicamente á manifestar, que

no podía alegarse ignorancia de los mandatos del

P.

comisario.

·

Ta1nbien el

P.

I-Ienis dice en su declaracion al su–

perior de

nüsiones-obeclezco en lo que me insinúa

V.

ll.

en nombre del

P.

visitador

y

vice-comisaTio.

Y

en el

nú1n. 100 ele su diario no duela asegurar

que-nuestTo

comisaTio renovó las anieriores censuras, pTeceptos

y

ame–

nazas.

A lenguaje tan espreso

y

documentado, no pue–

den oponerse satisfactoriamente silnples

y

parciales

inferencias-sin

duda-el silencio de los afíos siguientes.

Vean pues nuestros lectores, cuan arbitrarias

y

de

partido son las observaciones ele los ·adversarios de

Ibañez,

y

cuan .

infun~dado

es el descrédito con que

pretendían rebajar el mérito del

reinoj esuítico,

que por

consiguiente

qu~da

en todo su valor. Por lo que ha–

ce

á

"resentirse la caridad cristiana, de que·el castigo

se hiciese comun

á

tantos inocentes,"

no~otros,

esta–

nlos en esta parte. con los señores Muriel

y

Fune;3; pe–

ro exigiendo en retribucion, que sea aplicable su pen–

samiento

á

Jos entredichos fulmina;dos por los papas

con otros motivos sobre pueblos inocentes.

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