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d o, en casas profesas, en colejios, en noviciados, en
residencias, en estancias, en congregaciones;
y
aun á
los profanos mandaba de una manera indirecta, i nvi–
sible, y poe eso mas certera para llegar á su propósi–
to. Reinaba en vasto imperio, con avisada y esplora–
dora policía, con sólidos y suntuosos monumentos,
con t esoro henchido,
á
disposicion del sobera,no. Des–
conocida
la
palab ra libertad,
y
aun mas desconocida
su inte1ij encia,
y
aun mas todavía su ejercicio, el ge–
neral r einaba como sobre cadáveres, pues en tates se
'Conveetian los j esuitas á la voz y
m~ndo
de sugeneral.
El j esuita que notcíra, que tambien á los dem¡;¡,s su–
periores de la orden se debía respectivamente esa obe–
diencia, no debilitaría por cierto la autoridad ele su
general, ni disl!linuiria la obediencia ciega que se le
debía;
y
r ecordaría mas bien, que si los superiores so-
j
nzgaban á los súbditos con poder absoluto, el gene–
ral sojuzgaba
á
súbditos y snperiores con el m.ismo
poder, pero en el últüno grado de la jerarquía del ab–
solutismo, haciendo. á los superiores órganos de su vo–
luntad para con los súbditos hasta en bag-atelas. Los
generales de otras órdenes no
mandah~n
tanto, no
mandaban así. General que eludía las congregaciones
generales de la orden, para con¡¡;ervar sin mengua su
absolutismo y omnipotencia, era un general muy su–
perior
á
los de las demas órdenes, absolutos como son;
y esta singularidad constituye muy especialmente uno
·de los caractéres peculiares de la compañia. El padre
Mariana, que estaba al cabo del absoluto poder de los
:generales de otras órdenes, encontró graves fundamen–
tos
y
señal es manifiestas, para singularizar al de su
compañia, y dijo-"esta monarquía es u na fiera que
lo destroza todo: el general no se gobierna por leyes.»
443.
Hay otra singularidad, que merece una aten–
don particular, y es la especial adhesion
y
obediencia
al romano _pontífice,
y
en términos tan fuertes y apu–
rados, que escandalizan. Consta de la bula
Re_r¡imin¿
-de Paulo III de
1540,
y de la otra
n1junctum
nobis
d_el
mismo en
1543,
qu~
los nuevos relijiosos se propo–
nían servir á solo Jesucristo y
á
su \""icario el Papa-
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