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mucho mas antiguas que la compaii ia, continúan vi–

viendo, la compañia en poco mas de dos siglos ma–

duró su existencia, hasta anticuarse

y

desaparecer?

No se necesita pensar mucho, para conocer la diferen–

cia de duracion en la diferencia de conducta, entre

los que guardaban sus virtudes

y

sus defectos dentro

de los claustros,

y

los que se ostentaban en medio del

mundo

y

su política

y

sns negocios para dominarlos,

y

traerlos á sí. Tan complicado, tan impropio mane–

jo en quienes se llamaban regulares

y

jesuitas, los co–

locaba en una situacion violenta: tenían que triunfar,

ó

que desacreditarse,

y

con el crédito perder la exis–

tencia. Y consistía el descrédito en la mentira públi–

ca de hacer alarde de profesion relijiosa,

y

de proce–

der como si l uhieran ofrecido precisamente lo con–

trario, ó ele engolfarse en los negocios profanos

y

se–

culares.

Se conocerá

m~jor

la

ra7.on

de la diferencia, cuan–

do echen la vista nuestros lectoreB á los motivos por

que fueron suprimidas otras órdenes regulares antes

de la de los j esuitas. El Papa Pio V, estinguió la ór–

den de los

humillados,

á

causa de su

ociosidad, discor–

dias,

y

vida licenciosa,

y

porque algunos de ellos inten–

taron dar muerte al arzobispo de Milan, Carlos Bor–

ronleo. Urbano VIII, estinguió la congregacion de

los relijiosos conventuales

reformados

porque hubo

disensiones entre ellos

y

los no reformados;

y

posterior–

mente la ó.rden regular de San Ambrosio

y

San Ber–

nabé

ad Nernus,

por

no ser ya de utilidad

á la Iglesia:

y

vivir

descuidados

en el culto divino

y

la

disciplina regu–

lar.

Inocencio X, estinguió la órden de San Basilio

de Armenis

por la

relajacion de su disciplina,

los

ódios y

disensiones de sus miembros

y

la

mala educacion

que da–

ban á la juventud;

y

al año siguiente la congregacion

de presbíteros regulares del buen·

J

esus, porque no

podía

dar copioso fruto

en la Iglesia. Clemente IX, su–

primió las tres órdenes regulares, de los canónigos

/de San Jorje

tnAlga,

de ]osjerónimos

de Fiesoli,

y

de

jesnatos, porque servían de

poca

ó

de ninguna utiili–

dad

en la Tg1esia. Todof3 estos Papas procedieron

á

]a