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henefactora de los pueblos, por
conciliaclo~·a
en los
dis-turbios, léj os de promoverlos; por pacificadora
y
am.ante síncera y .constant'e de la tranquilidad; y por
esencialrmente unida su causa
á
la causa de la relijion,
co–
Ino dijera Clon1ente XIII.
414.
Desengañémonos: henchido P io VII , d.t)l es–
píritu reaccionario que dominaba en la época,
á
con–
secuenciA de la caida de Napoleon,
y
uniendo al es–
píritu de la reaccion política el otro mas fuerte
y
po–
deroso de la r eaccion relijiosa., se hacia nn mérito
y ~
hasta un deber de r eparar los daños causados,
y
de
r establecer las instit uciones caídas
y
aun despreúia–
das. Duramente tratado por Napoleon en los últimos
años, como honrado habia sido en los primeros, la
persecucion no pudo 1nenos de dejarle hondos vesti–
jios;
y
pues era
Papa
y nwnje, lo miraba todo con ojo
pontificio y monacal.
"I.~a
revolucion francesa fué
obra
el<:?
la impiedad: los incrédulos la prepararon.
y
t rabajaron aun mas que monarcas católicos para der-
-
ribar la conlpRñia, qne llmnaban
.r;uardia de
C01J.JEi
del
P apa. Sh predecesor
C l ~mei1te
XIY, fué víctima de
la impostura
y
de la fuerza, t eniendo que ceder al
torrente ele las circunstancitts." No seria estraño que
creyese la fábu la de Bo1geni,
y
cuantas calumnias
inventaron los j esuitas
y
sus adictos contra la lJuena
memoria ele Clemente. Castigo de Dios, diria, por
haber estinguido la compañia;
y
creyéndose llamado
á
snbs::mar la falta con1etida por sn predecesor,
deseó
ardienterrwnte decde el principio de sn pont[ficado Teslable–
cerla,
y
despues de sns conccsione!::l
:-í
R.úsia
y
Nápo–
les,
á
los catorce lo
~jecutó
en beneficio del orbe cris–
tiano .
~fas
¿có1no? N o examiha.ndo, causas, no. pe-"
sando razones, nq contestando
á
]as alegadas en el
breve de estincion, ni siquiera hacjéndose cargo
ó
1nencion de ellas, sjno clojiando por si mis1no
y
por
otros
á
los estinguidos relij iosos,
á
quienes daba el
n01nbre de "robustós
y
esperimeutados pilotos, que
ce
se le ofrecian para romper la fuer za ele las olas, qne
<e
continuamente amenazaban nn' naufraj io inevitable
«
y
mirando como falta gravísima delante de Dios, si
,
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