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28G-
·pañia de
J
esns, imploranJo
y
contando con el auxilio
divino; otro la snprüne pasados mas de dos siglos,
implorando
y
contando con el auxilio divino;
y
otro
Pontífice la restablece para la Rusia á los 28 años,
parn el reino de Nápoles á los
31,
y
para todo el orbe
á
los 41. El prÍlner cambio se puede esplicar racio–
nahnente
y
lo esplicaba Clemente
XIV
por el curso
que siguen los aconteci1nientos humanos,
y
la
varie~
dad
1
del corazon aun en instituciones santas; tiempo
hubo suficiente para la espericncia; 1uas En la
postre~
ra conducta de Pio
VII
se procedia contra la no le–
jana esperiencia. El Papa que estingue dice-para
siempre,
perpetuamente,
y
el que restablece desmiente
la perpetuidad,
y
declara él 1nismo que su bula de
restauracion ha de ser
perpetua
é
irrevocabl.
Clemen–
te accede á las instancias de reyes
y
obispos,
y
Pio
oye los votos unánimes de casi todo el universo cris–
tiano, de los arzobispos y obispos y de las personas
Inas distinguidas de todas clases, que le piden el res–
tablecimiento de la con1pañia. Aquí no se presenta
sino una salida lójica: una de las dos constituciones
pontificias está equivocada; la una desn1iente
á
la otra.
En tal caso,
ó
la de Clen1ente
XIV
fué imprudente,
precipitada y aun injusta,
ó
la posterior de fio
VII
fué inspirada por las circunstancias de la época, por
el espíritu reaccionario, qtie espresaba un partido, y
no el verdadero estado de la cuestion, ni la verdadera
y espontánea opinion ele la parte desapasionada y sen–
sata de las na.ciones. Entremos en exámen.
412.
Recuerden los lectores lo que dejanios referi–
do en el resúmen del breve de Clmucnte XIV. Léjos
de 1nanifestar el Papa prevencion ningi1na contra la
compañia, hace mencion honorífica de ella, despues
de haberla c01nprendido en el elojio general de las ór–
denes regulares. Pero á vista de la historia, notaba
al1nismo tiempo, que casi desd9 su oríjen brotaron
en ella semillas de clisension entre sí
3~
con otras cor-