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denal arzobispo autoridad sufic1ente para
depon·~lo.» (309) TaJes acontecimientos no podian menos de
perjudicar á los jesuitas,
y
de aumentar el disgusto·
contra ellos¡ así co1no de servir de estímulo á los que·
ajitaban en Roma las dilijencias para su estincion,
y
á
los cuales moderaba Clemente ele diversos modos
para darse tiempo de n1editar.
400. "El Santo Padre marchaba sien1pre circuns-·
pect.a y
persever~ntemente
hácia la solucion de este
difícil negocio. El se preparó por la oracion. Desde
la ante·vtspera de Pentescostes comenzó un retiro de
quínee dias, á fin de poder en la calma
y
el recoji....
miento implorar n1as eficaz1nente la asistencia de
Dios. Con el mis1no objeto hizo un segundo
r~::;tiro·
antes de la fiesta de San Pedro,
y
esta conducta n1is·
teriosa daba ma1jen para concluir que no estaba dis-
. tante la resolucion definitiva. Durante el retiro tra–
bajaba en el mayor secreto con el Cardenal Zelada la
redaccion del breve de supresion ele la con1pañia ele·
J esuf!,
y
que suscribió con h n1ayor calma de
espírit~
el
21
'de Julio de
1773,
sin publicarlo toclavia, y sin
que los mnbajadores tuviesen el menor conocimiento·
hasta el
17
de Agosto. El Santo·Padre se propuso en
sn sábia conducta, dar á las medidas que hubieran de
tomarse, unidad, eneijía y prontitud en la ejecucion,
para prevenir ]as ·intrigas de los anügos y de los ene–
migos ele los jesuitas. En dicho clia
17
el Papa hizo
comunicar el breve de supresion por monseñor Ma- ,
cedonio al General de la compañia en la casa profesa
ele Roma,
y
se leyó en presencia ele todos los padres
que ahí se encontraban reunidos. El prelado Macedo–
nio fné acon1pañado de soldados y ajentes de policía,
no pa:ra hacer violencia á los jesuitas, como preten–
dían hacerlo creer los calumniadores del Papa, sino
únicamente para mantener el órden en la multitud
que se babia reunido. Se tomaron las 1nedidas nece–
sarias para restablecer el órden en caso de perturbar–
se; pero el pueblo miró el acontecimiento en calma y
con profunda indiferencia. El Cardenal Corsini hizo
conducir en su propio carruaje al General de los je-