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- 2;j

cnusa del tierno

~afecto

que profesaba á su suelo na–

tal, no creyó encontrar sujeto mas digno

y

capaz que

~fonseñor ~Ialvezzi,

al que poco clespues lo revistió

de la púrpura. Que nos sea permitido, para vengar el

honor indignamente ultrnjado de uno

y

otro, dar lu–

gar en esta obra á la relacion auténtica y jurídj,ca, re–

dactada con calma y moc.leracion."

Tomemos de esta relacion, que ocupa algunas pá–

jinas en la obra del P. Theiner lo que fuese absoluta–

mente necesario, empleando sus propi,as palabras–

"Despues de haber tentado todas las vias de dulzura,

para persuadir al P . Jacobo Belgrado, Rector de San–

ta Lucia, á que consintiese, por lo menos en notificar

]a::? órdenes de Su Santidad á los estudiantes de Retó–

rica

y

ele Filosofía,

y

viendo que todo era inútil, el

arzobispo mandó comparecer al Rector para hablarle

en personn; quien en lugar de presentarse, contestó

por escrito, diciendo; que "en punto de tan alta im-

cc

port::mcia habia consultado al director ele su concien-

<<

cia, á confesores, teólogos, superiores, prelados, car-

cc

denales, abogados, jurisconsultos, y todos le habían

«

aconsejado de no ceder, y en conciencia le habían

ce

obligado á impedir

la

enteega ele los jóvenes de que se

«

tratabn, sin que se le entregase el breve orijinal de la

ce

vi¡;;ita" A una segunda invitacion se presentó el pa–

dre Be1grado;

y

como el nrzobispo le propusiese, que

le leería el breve orijinal, el Rector le r espondió con

dureza, que esto no era suficiente, sino que era preci- '

so que le entregase el breve para examinarlo despacio

y hacerlo examinar por los otros

rcl~jiosos.

El Carde–

ual hizo el mismo ofrecimiento -al P. jesuita Agosti,

el cual lo rehusó constantemente. Entonces el Car–

denal arzobispo, en presencia de su vicario general

y

de su chanciller, intimó formalmente al P. Rector la

6rden ele notificar, dentro ele veiticuatro horas,

á

los

jóvenes las prescripciones del Santo Padre, so pena

de ser privado

del

cargo ele Rector. En el plazo seña–

lado el P . Rector escribió al Cardenal arzobispo una

carta en sumo gratlo impropia, protestando no querer

prestarse

á

la nohficacion,

y

desconociendo en el Car·

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