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añade el autor, qne todos Jos historiadores de la com–
pañia hayan podido creer en ]a antenticidad de un
documento, cuya impostura es tan palpable."
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"Aln1ada, embajador de Portugal, presentó al Pa–
pa una relacion fiel del atentado contra el Rey de Por–
tugal, redactada COn Inucha acfimonia y presentando
contra toda verdad, dice Theiner, á los jesuitas, co–
mo los únicos autores;
y
concluía apurando impetuo–
samente al Papa á suprimir la compañia. Clemente
XIV
no idolatraba
á
los j esuitas; pero él amaba la
justicia y la verdad, y recibió dicha relacion con cierto
sentimiento de justa indignacion, y la devolvió al au–
tor, sin darle ninguna respuesta. Los jesuitas sufrieron
un gran golpe, por cuanto la n1ayor parte de los obis–
pos de España hizo causa comun con el gobierno
contra ellos.
~1as
de treinta y cuatro de estos prela–
dos
es~ribieron
al Santo Padre cartas apremiantes, pa–
ra suplicarle que procediese lo mas pronto posible á
ia supresion de la compañia. Carlos
III
envió
á
Ro–
n1a tales cartas acompañadas de una men1orüt, que
tenia por objeto, cle1nostrar con 1nas claridad á su em–
bajador la necesidad de 1a supresion, con órden de
presentar confidencialmente estos documentos al Pa–
pa, y á los cardenales en1bajadorss de Francia y de
Nápoles. Hizo esto una grande impresionen el Papa,
lo alentó á tratar el asunto de losjesnitas con mas fir–
meza; y dió un paso que causó grande sensa,cion en
Ron1a. El12 de Febrero de 1'770, descargó
á
los je–
suitas de la direccion del Seminado de Frascati, y la
confió á sacerdotes seculares, con lo que esperaba
dar
~las
cortes una primera satüdaccion. Pero ur–
jiéndole el embajador ele España á que procediera á
suprimir de una vez la co1upañia, le respondió el Pa–
pa con algun disgusto, que si el Rey continuaba en
ap-urarlo tanto on el negocio de los jesuitas, renuncia–
ría el pa.pado, y se retiraría al castillo de San Anjelo,
para acabar sus dias. El Papa hacia rejistrar los ar–
chivos de Roma para redactar el breve de supresion.
Queria que ella contuviese razones tan fuertes
Y'
de
tal m<;>clo fundadas, CJ_ue aun cuando muriese el Papa.,