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ce
tólicos tenían ya 1nejor opinion de
mí,
y uno de los
ce
principales, Ton1as Morgan, me significó, que se es·
cr
peraba de mí algun buen servicio á Dios y
á
la Igle–
rc
sia. Y o respondí, que estaba pront o á todo, hasta á
ce
matar."
.:Mucho 1nas pueden ver los lectores en el
ce
lugar que se cita. [282]
'·'Otra conj uracioh hnbo despues, y al Ü'ente de
eHa
se hallaba comum.nente el jesttita liolt,
á
maJ–
nera ele presidente en sus consultas;
y
como jefe de
todas las conferencias y conspiraciones persuadió á
Y orke y Williams con gran vehemencia la empresa
del atentado, obligándolos con votos y juramentos
á
su ej ecucion,
y
admi istranclo
á
los dos el sacranlen–
to ...... Decía ta1nbien Holt á Yorke, que una vez que
los ingleses habian fallado en la ejecucion de la em–
pFesa, si ahora no la llevaban á cabo Yorke
y
sus 'conl–
pañeros, en adelante habría ·que emplear estranjeros;
lo que era prueba de que el traidor estaba inveterado
en su malicia. Y· en verdad,. por 1nuchos años se en–
eontr6 en todos los con1plots de traicion, que ee diri-
~
jieron contra su patria, como el traidor que á todos
escedia en tenacidad
y
violencia. Algunos 1neses an–
tes había servido de muy mal padre espiritual al irlan–
des Cullen-, para ganmtir su empresa contra la vida•
de la Teina. Tuvo esta que pedir al
al
1
Chiduque, go-;
bernaclor ele Flandes, que le entregase á sus pérfidos
vasallos, Owen, Trokmorton, al jesuita Holt y
á
dos
doctores en teolojia." (283)
~1uy
sabida es la conspiracion de la
pólvora
en tiem–
po de Jacobo I. Este rey no había
corresp01~dido
á;
las esperanzas de los católicos, y algunos de ellos de_–
terminaron deshacerse de él por medio de una mina,
que debía estallar, hallándose el rey con su familia en
el parlamento. Entre los reos aparecían los nmnbres .
de tres jesuitas Gerard, Greenway y el provincial En–
rique Garnet: los dos primeros lograron fugar. No
pueden figurarse facilmente los lectores, cuanta sea
]a variedad de senten'cias y lenguaje en los escritores,
segun su interés en dar por criminales
á
lo~
jesuitas,
ó
defenderlos y justificarlos hasta elevar al martirio al