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en-monte, que nnnca vino tnn á próposito un nsesina–
to, para servir
á
los que tenian que temerlo todo ele
Enrique IV,
y
que fueron poderosos despues de su
1nuerte." [289]
383. Tambien en I-Iolanda se sentia el influjo de
los fautores de asesinos. Guillermo, Príncipe de Ornn–
je se halló espuesto varía veces,
y
al fin quedó muer–
to por la mano de Baltazar Gerad. I-Iecho preso des–
pues de su atentado, declaró por escrito, que ha,bien–
do consultado su designio con cuatro jesuitas
y
un
franciscano, todos se lo aprobaron, y uno de aque1los
le dijo, que si moria en la empresa, seria bienaventn–
do
y
mártir." Sucedía esto en 1584,
y
en 1598 se in–
tentó otro asesinato contra 11auricio, Príncipe tam–
bien de Oranje como el primero. "Pedro Panne, na–
tural de Ipres en Flandes
y
ton elero de oficio, fué es–
timulado por su mujer, muy devota de los jesuitas,
y
por un sirviente ele estos, llamado Melchor Vando–
walle, para que asesinase
á
1fauricio, Príncipe de
Oranje, con lo que saldría ele sus deudas, y arreglaría
sus .negocios. I>erplejo se halbbaP::mne, y el sirvien–
te do los jesuitas le dijo, que fuese á hablar con los
padres en Dovay. Encontró ahí al provincial y al
l{ector, que hablaron del asesinato proyectado, ha–
ciéndole grandes ofrecimientos, y el provincial em–
pleó media hora en hacerle presente lo piadosa y me–
ritoria que seria tal obra, un gran sacrificio para con
Dios, y digna del paraíso, matando
á
un tal hombro
que estraviaba tantas almas. Le añadia que ejecuta–
do el hecho, avisaría el mejor modo de salvarlo, y
que en el caso de ser tomado y
perd~r
la vida, estu–
viese seguro de que luego entraría á la vida eterna, y
en cuerpo y alma seria trasportado al Cielo. Propues–
tas y aceptadas las promesas, se confesó Panne con el
provincial, recibió la comunion, y en la despedida le
dijo éste-id en paz; vais como el ánjel de la guardia de
])ios. El pobre Panne fué sorprendido en su mal pro–
pósito, juzgado y condenado, para escarmiento, de–
cian los jueces,
á
fin de que nadie se deje seducir en
~delante
por la sanguinaria y asesina secta ele los je-