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superior, no pnsieron dificnltaJ en someterse
á
pres–
tarlo.
(292)
Segun esto, ni el Rey ni los j neces casti–
gaban á los católicos por ser católicos, sino á los cons–
piradores, y con ellos padres ignacianos. ¿Por qué
pues los jesuitas numeran á los suyos entre los már–
tires de la compañia, que n1urieron por defender en
Inglaterra la fé católica? ¿Era fé católica sostener la
autoridad del Papa sobre los reyes en materias polí–
cas? ¿Lo era reputar por accion meritoria y digna del
Cielo, n1atar al tirano enenligo de la Iglesia cató–
lica? Una de dos cosas; ó hubo lijereza vituperable
en
haber puesto en el número de sus mártires la com–
pañia á individuos suyos, que fueron castigados por
creerseles conspiradores con justicia ó sin ella; ó dán–
dolos por mártires en defensa de la fé católica, se jus–
tificaba, se canonizaba el 1notivo que les causó la
muerte, ,motivo independiente de las intenciones de
los j esuitas.
A
la observacion anterior debiera haberse tenido
1niramiento en el memurable libro, que tiene por tí–
tulo~imájen
del primer
S'~qlo
de la sociedad de J esus,
pu–
blicado con licencia del P . provincial Juan Tolenar,
por la facultad que le concediera el P . general Vite–
lleschi, donde despues de pintarse eln1al estado de
la fé católica en Inglaterra, á causa del Rey y de los
herejes, maestros de lapestilencia, se dice, que "hicie–
ron frente y pusieron remedio los padres
Person, Cam–
pian, Oresvelli, Walpol, Sothuel y Garnet,
cuyas pri-·
siones y suplicios horribles por la relijion, los lleva–
ro.n
á
una muerte precipitada, que fué la puerta del
tnunfo para e:n.trar en el reino
eterno."~Refi.ere
1\1.
de la Place, que mientras fué pensionario de los je–
suitas ingleses en Saint-On1er, vió solemnizar anual–
Inente la fiesta de los 1nártires OlJecorn Garnet
y
Oampian, con mas pon1pa
y
esplendor
q~e
la de los
apóstoles: que había en el altar bustos de plata dora–
da de estos tres
biena'/jentv.,rados
enriquecidos de pie–
dras preciosas, decorados con la palma del 1nartirio
y la aureola de oro;
y
que los asistentes besaban las
:reliquias."
(293)
Preguntamos
á
los reverendos je: