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de los breves pontificios y de las leyes reales que fue–
ron espedidas y publicadas desde
1741
sobre la liber–
tad de las personas, bienes
y
comercio de los indios
del Brasil; los escesos que en aquel estado cometieron
los regulares de la con1pañia, llamada de
J
esus; las
representaciones que
S.
M. :fidelísima hizo á la Santa
Sede Apostólica sobre esta materia antes de espedir–
se el breve de la reforma de dichos regulares; los pro–
cedimientos del reformador; los absurdos en que se
precipitaron los mismos regulares antes del horroro–
so insulto de 3 de Setiembre ele
1758;
las sentencias
que sobre ello se pronunciaron; las órdenes reales que
:se publicaron despues de la sentencia; las relaciones
-que el Rey hizo al Papa de todo lo que habia ordena–
do sobre el mismo insulto y sus consecuenéias; y la
participacion, que el mismo Monarca hizo al Carde–
nal reformador
y á
los prelados diocesanos, de las úl–
·.timas resoluciones que habia tomado, para espulsar
,de sus reinos y dominios á los dichos regulares." Que–
da referido que el Rey publicó una memoria para fun–
dar su procedimiento; suprimió los colejios, y espul–
só de sus estados á los j esuitas.
§.59
389. ·Respecto de la desaparicion de la compañia
en el reino de Francia, diga1nos algo á vista de lo que
encontramos en la historia. "Diferentes disturbios se
levantaron en la Iglesia de Francia; y muchos los
atribuían
á
los jesuitas,
á
su ambicion, ó por lo n1e–
nos
á
su falso celo, y guardando un proíundo resenti–
miento, esperaban la ocasion de vengarse. Ella se
presentó en
1760
con circunstancias propias para de–
terminar contra ellos la opinion pública, que les era
de antemano muy desfavorable. Desde atras se les
acusaba, de que en las misiones pensaban mas que
en la relijion, en su provecho propio. Ya he1nos vis–
to el empleo que hicieran de sus riquezas, y que las
tenian muy considerables. Uno de estos padres lla–
Dlado La-Vallette, visitador general y prefecto apos-