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221 .......

jesuitas, que fueron los primeros ele esa orden en pre..

diear las peligrosas máximas de que ya se ha hablado.

.Ellos habían obtenido del P apa Gregario XIII una

bula, por la que declaraba qu'e la bula de Pío V liga..

ba

á

Isabel y

á

los herejes para siempre; pero que los

católicos estaban dispensados de_obedecer, hasta que

M

presentase ocasion favo1

1

able. Estos dos jesuitas ha–

bian tenido empleos en la

Universid~d

de Oxford:

despues se retiraron del reino, adonde volvían d'e tiem–

po en tiempo, disfrazados, y recorrían las casas de los

católicos, so pretesto de instruirlos y consolarlos, pe–

ro verdaderamente para inspirarles la sedicion y el

levantamiento. Todo lo cual sabido por la reina, pro–

hibió entre otras cosas, alojar ó mantener jesuitas,

ú

otros sacerdotes venidos de los seminarios de Roma

ó

de Reims, so pena de ser castigados como sediciosos

y

rebeldes." [281

J

·

En el discurso del reinado de Isabel hubo varias

conjuraciones contra su vida, en que aparecía la mano

de los jesuitas: hablemos de la conjuracion de Guiller–

mo Parry. "Era este un hombre que detestado en su

pais, lo abandonó y se sometió al Papa. Despues de

haber conferenciado con ¡os padres de la compañia

y

otras gentes parecidas, concibió la detestable traicion

de matar

á

la reina: fué aprisionado, y en su confesion

voluntaria se lee lo siguiente entre otras cosas_....."Vi..

ce

l)e á Venecia, donde descargué mi conciencia,

y

me

ce

justifiqué delante del Inquisidor. Así adquirí la

ce

amistad del P. Benito Palmi, grave y docto jesuita,

ce

y

por la conferencia que tuve con él sobre la mise–

ce

rabie condicion de los católicos. en Inglaterra, me

<e

propuse un medio en mi corazon que pudiese levan..

ce

tarlos, con tal que por dictámen del Papa ó de doc..

ce

tos teólogos, fuese aprob

...ado sin pe1juclicar á la reli–

f<

jion ni

a

la conciencia. El me dió el suyo, alabando

<<

mi c1evocion y santificándome en ella, me hizo co–

cc

nacer poco despues al Nuncia Oampege. Obtuve

<f

pasaporte, sobre la palabra del Papa, para ir y venir

ce

por

tod~s

las jurisdicciones eclesiásticas sin impedi–

<f

mento.

C~ando

vine

á

Paris, mis compatriotas ca--