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mas advertiJos." En carta de 15 de .Enero ele 1625,
d ecía al provincial
J.
Frias IIerrau,
y
se lee en la pág.
247.-"Avísanme que en Lima algunos de los nues–
«
ti·os han cuidado, confesado
y
apoyado
á
algunas
« mujeres que se m·roban en público,
<00
las cuales
«
quedaban dos presas en
:hll"
inquisicion., Qtra qu.e se
«
llamaba Doña Luisa de Soto, dice que
y{¡,
por el mes–
«
mo camino, y cada di!t está en nn,estra Iglesia, arro–
«
bada espacio en tres li.oras y media,
y
á veces mas;
«
y
en el mesmo punto que se ar.·rodi1la alií á tal hora,
1c
pierde los sentidos;
y
el P . Dio O'O Martinez que la
-«
confiesa cada dia, y otros PP.' tienen infinidad de
<<
papeles, que ella les ha dado e sus revelaciones.. Si
·«
es así como me lo i·efieren y V. R . ha tenido noti–
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cia, debia haberlo remediado, ordenando que nin–
~<
guno de los nuestros apoye esas mujeres que .
s~
ar–
<<
roban en público, y darr papeles de sus revelacio–
«
nes,
y
dando traza., que la dicba Doña L llisa se que–
{( de én 'su casa,
ó
se vaya á otra ;Iglesia á arrobar, y
«no venga
á
la nnestJa." En igual sentido se espre–
saba en otra carta de 12 de Octubre ele 16'27 hoja 301
á
la vuelta, encargando al provincial, que "exortas_e
«
á
los suyos á exonerarse ele esa gente, porque ·l[b
«
mercaduria es Süspechosa, y mejor estan sin ella que
ce
con ella: que si han de arrebatarse, se vayan al rin–
cc
con de su casa: que no les consientan escribir náda
ce
de sus reveüwiones; se contenten con
oilla~
pai·a de–
ce
sengañallas; y que si no tomasen consejos, les den
ce
de mano, y las exhorten
á
irse
{t
confe5ar á otra patte
ce
que sin duda nuestras iglesias estarán mojor sin
<e
ellas." Habría sido de desear, que quien así s-e es–
presaha, hubiese puesto mas cuidado en la· publica–
cion de la
imájen del primer ·siglo
de la
Compañia de·Je-:
sus,
suprimiendo ciertos arrobamientos
y
revolaciw
nes favorables al instituto.
·~·
Ademas, si quienes se espresaban, como lo .hemos
visto, hubiesen procedido de una manera semejante
en todo, desacreditando preocupaciones arraigadas
en–
l a conciencia, enseñando y practicando el desprendi–
miento7 la
c~ncordia
y
las demas virtudes
c ristiana~