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-1tH-

cion de decir la

Ycrd.ad,

como qui im·amos que ellos

nos la dijesen á no otros.

Cuando , e proclar11a la

n1á""'

ima de que

mentir es it

contra la rnente,

es para enseñarnoa

y

r ecomendarnos

la sinceridad,

y

reprobar la simulacion; es para que

contestmnos confo1·me á lo que sabemos,

y

no de otra

man era, dando llana

y

simplemmite

testimonio

de un

hecho,

y

no esplicaciones anfibológicas del1nodo que

nos conviene entendm·lo; es en fin, volvamos á decir–

lo, para reducir

á

practica la doctrina de

J.

C.

y

para

que digamos sin añadir ni

quitat·,

ni mas ni menos–

si,

ó

no.

Los hechos acontecidos pertece n esclusivamente al

dominio de la historia,

y

su,ciencia tiene reglas fijas

é

independientes de nuestro albedrío

y

1'\asta de nues–

tro pensamiento. Admnas, el hombre no es pura má–

quina movida por resorte como autómata; sus lábios

cspresan ó deben espresar ]o que siente el alma

y

pa–

sa en ella. Ahora bien: úna palabra proferida á sa–

biendas

y

con voluntad, dá cuerpo

ó

hace sensible lo

que estaba

adentro,

pero estaba; equivale

á

un docu–

mento fehaciente en consonancia de la pregunta exi–

jida, ó á una promesa con que se liga el que ha pro ...

ferido una

ó

mas palf!.bras, con las que se hacen pro

mesas entre hombres. Añadir despues de esto otra pa..

labra impertinente

y

53ontradi ctoria, es

ant~s

que enga–

ñar á los otros, engañarse,

y

mentirse á sí propio;

porque

Sfl

miente á sí 1nisn1o, el que comprometiendo.

su palabra

y

queriendo en público, dice para sí solo

en su mente que no quiere, des1)ues de haber queri–

do. Nailie tiene derecho de de;compop_er

y

desfigu–

rar el órclen de la naturaleza por medio de adiciones

inventadas, ni de sostituir su órden arbitrario

y

enga–

ñoso por miras particulares; circunstancia que por sí

,

sola desacreditaría la doctrina al tiempo de refu–

tarla, pues

el dolo no

debe

aproveehar al que lo co–

mete.

Los malhechores conocen que obran mal,

y

lo

hacen con franqueza, reos de crímen menor que el

de los que justifican el ma.l h:1eiendolo lícito, llamán–

dolo bien. Entre los

pensamientos diversos

del sábio