Previous Page  167 / 408 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 167 / 408 Next Page
Page Background

-160-

citar actos de virtud, y estar sano y sin pobreza para.

servir á Dios con mas libertad; pero conoces tu que

nada

d~

esto puedes conseguir, si Dios no quita la vi–

da al prógimo: luego podrás por el susodicho fin de–

sear la muerte del prógimo, y alegrarte de ella; en

cuyo caso no te alegras de ella en cuanto es mala al

prógin1o, sino en cuanto es causa de tu emolumento,·

y por•esta razon es buena y apetecible."

Ya(llno chocará tanto á los

l~ctores,

que el mismo

P.

Caf:ltro-Palao, apoyado en otros doctores, diga,

"que el criado, para evitar el ser espelido, ó ser de–

fraudado de su paga,

ó

recibir n1al 'trato,

p~ede

llevar

la concubina

á

su señor, traerle recados, ayudarle

á

subir por una escala, pues son acciones diferentes,

en que no coopera al pecado sino que lo permite,

y

las hace por un buen :fin, cual es por causa de su ofi–

cio

.y

recibir justa merced." [237]

Respecto de poder mf}tar por el honor, oigamos al

P. Leonardo Lessio que escribe así-"puede un hom–

bre honorable matar al invasor, que le

am~naza

con

palo ó

con

una bofetada, si tal ignominia no puede evi–

tarse de otro modo. Y e1 ofendido puede darle inme–

diatalnente ó seguir al ofensor, y darle tantos azotes

ó

heridas, cuanto se crea necesario para recuperar el

honor; y como dice Victoria, haciendo todo esto no

·por venganza sino para evitar la infamia y la ignomi–

nia. De donde se sigue, que si el ofen¡wr huye, puéae

seguirlo el ofendido; porque si le puede castigar es–

taqdo presente, ¿por qué no si huye? La razon es, por

qlle quien se ha llevado mi cosa, y huye con ella; pue–

de ser sacudido por mí para que me la

devuelva~

es

así que quien huye habiéndome llenado de _ignomia, se

lleva mi honor, pues en su arbitrio está devolvermelo

con la debida satisfaccion: luego le puedo sacudir pa–

ra que Ine restituya mi honor, ó para recuperarlo yo

por mi parte. Ademas si alguno quiere atacar mi ho–

nor, por 1nedio de falsas acriminaciones con el Prínci–

pe, el juez

ó

con varones honorables, y no tengo modo

de evitar el daño

á

mi fama sino de una manera oculta,

puedo lícitamente 1natar

á

tal hombre. Porque, si