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159 ___.

ria lícito desear mal al prógimo,

y

responde que "no

es lícit0, cuando se le desea el mal por la razon de

.mal, pero que es lícito cuando se le desea el mal por la

razon de bien, y pone entre otros los ejemplos siguien–

tes-puedo desear que se enferme ó que se

vuelv~ po~

bre, el que me sigue un pleito injusto, para que -se ar–

repienta: puede desear lo mismo la muger al marido

que disipa los bienes." (236)

'

Escobar citaba

á

Castro-Palao, quien en verdad de–

ci~,

que "por amor á 1os prógimos era lícito desear la

muerte dél pecador escandaloso

y

alegrarse de ella,

para que no sea ocasion de ruina á otros; así como

desearle á él mismo la muerte, para que su condena–

cion no sea mas grave, una vez que no ha de conver–

tirse. Respecto de los bienes temporales la cuestion

es mas. dificil, á saber, ¿será lícito desear un mal grave

en lo temporal al prógimo, y alegrarse de él, ó entris–

tecerse del bien que le sucede, porque te sirve de· im–

pedimento

á

la consecucion de un bien temporal;

v. g. podrás desear la muerte ele alguno para suceder–

le en los bienes, ó para rio gravarte en sustentarlo

y

cuidarlo? Lo niega Navarro; pero sin embargo yo

creo, que procediendo con la debida 1noderacion,

puedes sin pecado mortal aflijirte de la vida de otro,

y alegrarte de su

muert~,

y desearla

y

pedirla efi–

cazmente

no por desafecto

á

la persona,

sino por .al–

glfn

emolumento

temporal.

Y así lo enseña el pa–

dre Manuel Saa, de la compañia, diciendo de una

manera absoluta, que puedes desear la muerte á un

.enemigo muy nocivo,

no por ódio,

sino por evitar tu

daño,

y

alegrarte de su muerte por el bien que se te

sigue. Sostiene Azor, de la compañia, que una ma–

dre puede desear la muerte de sus hijas, si por su

fealdad ó pobreza no puede casarlas, como deseára,

ó

porque á causa de ellas la trata mal el marido. La

razon es, porque tal deseo

y

tal gozo del mal del pró–

gimo, no tanto es deseo

y

gozo de su mal, como qel

bien que se seguirá. Luego no tiene malicia, que no

puede venirle sino de un fin malo. Y lo.confirmo: es

lícito desear la herencia y apetecer honores para

ejer~