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probable, apenas habría una que lo fuese en toda la
teología." Nuestros lectores harán la comparacion
y
las convenientes deducion es
(233);
pero no pasemos
en silencio las que á propósito de calumnia, hacia el
señor Pascal en su carta 15 contra los j esuitas.
Así decia-"como lo único que impide á otros el
rechazar vuestras calumnias, es la estimacion que ha–
een de vosotros, si se les hace comprender, que no
teneis de la calumnia la idea que verdaderamente te–
neis, y que vosotros creis que os podeis salvar cal11m–
niando á vuestros enemigos, el peso de la verdad los
determinará á no creer mas vuestras mentiras . Pocas
opiniones hay que hayais procurado establecer con
mas empeño que la de la calumnia, y de ninguna casi
necesitabais tanto. Este es, padres nüos, el manantial
de donde salen tantas y tan horribles falsedades.
Do
aquí derram6 tantas vuestro padre Bricasier, hasta
~provocar
la censura del Arzobispo ele París: el
P.
de
Anjou se puso
á
calumniar en el púlpito de a Iglesia
de San Benito e18 de
~1arzo
de 1655 á algunas perso–
na.s de calidad lo que obligó al cura ásubírel dia siguien–
te al púlpitC> para de'Smentir estas ca]umnjas: e]
P.
Crasset predicó tantas fafsedacles en Orleans, que fué
1nenester que el Obispo le prohibiese predicar co1no
á
mentiroso público."
"Cuando
M.
Puys, anciano
y
respetable cura de San
Nisier en L eon, tradujo el libro-de
la obligacion de tos
cristianos de acudir
á
su parroquia,
sin usar de invecti–
vas, ni señalar religioso ni órden alguna en particu–
lar, v-¡¡estro P. Alby compuso un libro sangriento
contra el cura,
y
vosotros nüsmos lo vendísteis en
vuestra Iglesia, donde
le
acusaba de 1nuchos delitos,
y
entre otros, de
haberse hecho escandaloso en sus galan–
terias, ser sospechoso de impiedad
y
heregia, de excomul–
gado
y
digno de ser quemado.
Y
como
M.
Puys dijera,
que
lo que había escrito no era contra los padres fesuitas ,
y que veneraba con particular afecto
á
la compai?-ia;
el P.
Alby dijo en seguida-la
opinion que tuve de que habia
U. escrito contra la compañia, me hizo tomar la pluma
para responder;
y
pensé que
ME ERA PERMITIDO,
el modo de