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10-G

:Montesquieü. se lee el siguiente-"para espresar una

grande impostura, dicen los ingleses-esto es jesuíti–

camente falso."

Fijese tambien la consideracion en esoteas máxi–

lnas, de que puede aconsejarse al que está resuelto á ·

cometer un pecado grave, á que cometa otro menor,

con lo demas que saben ya nuestros lectores. Que en–

tre dos males fisicos haya de elejirse el menor, no hay

necesidad de sentar doctrina prévia para éjecutarlo;

como no la hay para decir, que entre dos deberes, dos

preceptós, ha de preferirse el que procede de mayor

autoridad,

ó

es mas grave y tujente; pero no hay razon

ni testimonio que pueda convencer, que de dos males

1norales puede lícitamente elejirse elmenor; y sihubie..

ra de suponerse en algun caso la necesidad de la elec–

cion, no seria por cierto en los de que se trata, donde

tal necesidad estáfL1ndadasobre la

resolucion de querer.

Semejante fundamento es ruinoso, pues el hombre

debe

no querer

el mal bajo de ningun aspecto, sea mayor ó

menor, teniendo cumplido lugar la regla de San·

Agustin-"siendo malo uno y otro, no debe haber

preferencia, deben evitarse los dos"

-si est utrumque

nejarium, non debet alterum pro altero perpetrare, sed

utrumque vitare.

A la falta de razon en las sentencias de los proba.

l)ilistas ignacianos, añadamo9 la inconsecuencia, la ir–

regularidad de propósito eú sus mismas doctrinas.

Los probabilistas no

resp ~a.ban

enteramente, como

lo han visto nuestros lectóres, las condenaciones pon–

tificias·en varioé puntos que indicaban. El P. Juan

Cárdenas, al tiempo de sostener, que "m·a lícito .desear

la muerte de algtino por un gran bien temporal de la

comunidad

ó

de la Iglesia, porque el bien coinun de

be preferirse al de un particular, advertía que esto

no estaba comprendido en las proposici_ones condena–

das que no hablaban de este caso." Añadamos un ca–

so mas, el· de las restricciones mentales, y aleguemos

el testimonio irrecusable del P. Lacroix, que dice así

-"Despues de la condenacion de las referidas propo–

~iciOl~es,

hay que limitar muchas cosas en autores