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dificultades; pero los indios las solicitan y los jesuitas

las piden. Ninguna se ha hecho sin imponer silencio

á los calumniadores, y Inerecer de la Corte las mayo–

res muestras de satisfaccion, sobre el testimonio de

los obispos."

266. "En atencion

á

la ligereza

é

inconstancia de

los indios y la dificultad de desarraigar ciertos vicios

groseros, se ha establecido el uso de las penitencias

públicas, á-imitacion de la primitiva Iglesia. Sorpren–

didos en alguna falta que pueda causar escándalo, se

les pone el hábito ele penitente, se les conduce

á

la

Iglesia, se les obliga á confesar publicamente su crí–

men,

y

ultimamente son llevados

á

la plaza, donde

se les azota, r ecibiendo la correccion sin murmurar,

y aun con accion de gracias: casi no hay ejemplo de

recaída. Las prácticas de piedad mas autorizadas en

la lglesia,

y

devociones aprobadas, son igualmente los

.medios que se emplean con suceso en el corazon de

-estos nuevos cristianos. Y á fin de inspirarles gran

respeto al lugar santo

y

al culto divino, se les impre–

siona con el aparato esterior, y nada se economiza.

para dar pompa y briHo'. Los españoles mismos se

admiran de ver tanta magnificencia y riqueza en lien–

zos, ornamentos

y

plata labrada. Nada iguala

á

la re–

verencia con que asisten,

y

á

la atencion que prestan

á las instrucciones

y

exhortaciones que se les hacen;

y al acto de contricion con que se terminan, suspiran,

sollozan,

y

declararían publica.mente sus .pecados, si

no se les contuviese, empleando toda la antoridad

que los misioneros han llegado

á

tomar."

267. "Se ha logrado estirpar ciertos vicios, y so–

bre todo la embriaguez, á la cual los indios tienen

una inclinacion casi imvencible;

é

inspiran á estos neó–

fitos tan gran delicadeza de conciencia, que casi no lle–

van al tribunal de la penitencia sino faltas lijeras. Don

·Pedro Fajardo, Obispo de Buenos-Ayres, decía al Rey

de España, que

á

su juicio, en tales poblaciones solo

se cometía un pecado mortal cada año. Y sin embar–

go se presentan en el confesionario con una

compun~

, cion

ta,n

viva que llora11. No es posible añadir mas

. 2