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fitos no salgan de sus manos; y por eso, sea que vayan

una espedicion militar, ó

los trabajos del Rey, los

acompaña sienlpre un n1isionero que les sirve de ca- .

pellan y de intérprete, corriendo ellos n1ucho peligro

si comunicasen con los españoles. Sin embargo, te-

. miendo Felipe V, que esta reserva hiciese nacer sos–

pechas contra la rectitud de las intenciones de los je–

suitas, ordenó que se enseñase á todos á hablar el es–

pañol. Mas como ellos tienen suma repugnancia, que

sin forzarlos, no se les podría reducir, hay molestia

parf} emplear el rigor."

259.

"Aunque los primeros misioneros reputaron ·

á los indios por estúpidos, se ha notado, en gloriosa

prueba de nuestra santa religion, y de ser ella la úni–

ca verdadera, que al mismo tiempo que ella penetra

los corazones mas duros, perfecciona la razon, y es–

parce vivas luces en los espíritus. Tienen .como ins–

tinto para todas las artes á que se aplican, y aunque

no se les ha reconocido capacidad para inventar, tie..

nen en supremo grado el talento de imitacion. Ha–

cen y tocan muy bien toda clase de instrumentos de

n1úsica, y tienen la voz mas bella y sonora, lo que se

atribuye á las aguas de sus rios: por eso los misione–

ros han establecido en todas sus iglesias un coro de

música.

este gusto ha servido á poblar las prime–

ras reducciones. Cuando navegaban los jesuitas por

los rios,

para distraerse santamente, cantaban cán–

ticos espirituales, tropas de indios acorrían,

los je–

siütas les esplicaban lo que cantaban, y les inspira–

ban sentimientos de religion; realizando en estos pai–

ses salvajes lo que la fábula refiere de Orfeo y de An–

fion."

"Cada reduccion tiene una escuela, donde los ni–

ños aprenden á leer y escribir, y otra para la música

y danza. Hay tallereEf de doradores, pintores, escul–

tores, plateros, relojeros, cerrajeros, carpinteros, fun–

didores, tejedores, y en una palabra, todas las

art~s

y todos los oficios que pueden ser útiles. Desde qu·e

los niños están en edad ele poder trabajar, se les lleva

á'

un taller, para cuyo oficio tienen inclinacion: pues